CARLOS PUIG
Todo mundo sabía hace un rato quién ganaría la elección interna en el Partido Revolucionario Institucional (PRI). Idos o corridos los peñistas, dueños absolutos del partido hasta hace poco, refugiados en espacios de comodidad y temerosos de la andanada del nuevo régimen, los viejos personajes que todo lo arreglaban, y se arreglaban, ya no existen; ganó quien levantó la mano y a la manera priista representa, por su historia, un poco todo de aquello que fueron.
Ganó pues un gobernador, el casi único sobreviviente de esa generación desastrosa de gobernadores priistas; un peñista, pues con el ex presidente se hizo gobernador y por él lo fue; alumno del ex secretario de Gobernación, de quien se distanció para quedar bien con Peña, no fuera a ser que Meade ganara.
Será por todo eso que en su primer discurso quiso reescribir su historia y la del partido y tuvo que recurrir a Colosio para inspirarse, como si los últimos 25 años del tricolor no hubieran existido: “Luis Donaldo Colosio quiso recuperar el valor de la militancia, democratizar el partido para que la voz de la base siempre fuera escuchada. El proyecto quedó prácticamente truncado. Lo que yo planteo es recuperarlo y proyectarlo para construir el PRI del Siglo XXI”.
El nuevo líder del PRI también declaró al partido como socialdemócrata.
Y dijo: “El partido no puede asumir los costos de quienes tomaron decisiones equivocadas” —aunque no dijo nombres propios.
Y agregó: “En los últimos años se alejó a la militancia, las decisiones las tomó una nomenclatura sin raíces ni compromiso con el partido, y las candidaturas las repartieron en quienes los tuvieron secuestrados”, como si él hubiera vivido en Suecia y no hubiera ocupado varios puestos en ese partido.
Eso sí, hizo una invitación: “Muy especialmente, a esos buenos mexicanos que ya no se sintieron representados por el PRI, les hago una atenta y cordial invitación a que regresen al partido. En el PRI cabemos todos los que amamos a México y los que queremos regresar al poder”. Llegarán millones, seguro.
El Priíto, le llamó Héctor Aguilar Camín hace unos días en estas páginas.
Alito, es su nuevo presidente.
Pues eso.
@puigcarlos
