Política

La Comuna

El triunfo del Truco

José Ángel Solorio Martínez

César el Truco Verástegui, precandidato del PAN-PRI-PRD, finalizó su precampaña por la gubernatura en ciudad Victoria, Tamaulipas con un impresionante evento de masas. Remando a contracorriente -la mayoría de las encuestas lo ponen por debajo del contendiente de MORENA- ha construido la percepción social de que su proyecto va en ascenso y tiene visos de ganador.
Ha dado la posibilidad al PAN y a sus partidos aliados, que pueden triunfar a pesar de todos los malos augurios.
Ha inyectado confianza, a un panismo que estaba lleno de escepticismos.
Le imprimió a su campaña, una formidable política de alianzas; ningún candidato panista, como él, se ha movido en una campaña en esa amplitud del espectro político. Se requiere capacidad, tolerancia y talento, para amalgamar esa feria de vanidades que es el sistema de partidos y sus liderazgos en la región.
Supo instalarse con discreción y habilidad al centro del espectro de las ideologías en la comarca. Su discurso, no es el viejo y añoso rollo panista afín a una derecha dogmática y clerical. La narrativa del Truco, no es la ineficaz que ha caracterizado al panismo tradicional contra la IV T y sus dirigentes. No: ha moderado su oferta para no chocar con las visiones de sus aliados al tiempo de no enrarecer la confrontación contra el lopezobradorismo que sería topar en pared y debilitar sus expectativas en un territorio minado por generosos programas federales que la gente aplaude y disfruta como nunca en la historia.
Eso, no es lo más relevante; con todo y que sea de vital importancia, para el panismo y sus aliados: priismo y perredismo.
Lo más destacado por lo que representa, es el cambio de mentalidades del panismo, el vuelco en la praxis de su partido.
Con Verástegui, el PAN se transformó de una secta discreta y eclesiástica, en un partido de masas. Es ésta, una de las aportaciones más preeminentes de la precampaña del Truco. Por décadas, los azules, fueron refractarios a manifestarse en actos públicos masivos. Incluso en su mejor momento -aquella ocasión en que le arrebataron a Manuel Cavazos Lerma varias importantes alcaldías- el panismo no pudo movilizarse tan ampliamente como en la precampaña del hijo predilecto de Xicoténcatl.
La triunfadora campaña de Francisco García Cabeza de Vaca, se desplegó bajo aquella práctica del panismo: salían a votar por el PAN, pero no eran capaces de exhibir públicamente sus militancias.
El Truco, trastocó esa cosmovisión de los azules. Les delineó, el espacio propicio para que el azul se moviera con orgullo en los actos proselitistas más nutridos que se recuerden en la entidad. Es decir: el PAN, pasó a ser un partido de militantes, -o de cuadros- a un partido de masas.
Hoy se visualiza un panismo en movimiento; un conglomerado azul, festivamente participativo y activo.
No es poco, ese legado de Verástegui al panismo regional.
Los resultados de ese esfuerzo, en la óptica del panismo, serán de larga duración.
Esa re-oxigenación partidista, en Tamaulipas, llegará hasta el 2024.
Sólo por eso: el Truco ya ganó.

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