Trump para rato y para peor
Carlos Puig
Ayer compareció ante la Cámara de Representantes de Estados Unidos el ex fiscal especial Robert Mueller, encargado de investigar la intromisión rusa en las elecciones estadunidenses y la presunta complicidad con Donald Trump. El resultado será un escándalo político, pero no logrará hacer el caso, como algunos demócratas querrían, para hacer juicio político y remover a Trump de la Presidencia.
Todo indica que por ahí no será que Trump abandone la Casa Blanca. Su destino se decidirá en las urnas en 2020. Un análisis de “The Upshot” de The New York Times —su sección de análisis con base en datos— sobre las posibilidades de Trump en la elección presidencial del próximo año en Estados Unidos son malas noticias para México. Aunque su aprobación y popularidad electoral a escala nacional se mantienen, un análisis más detallado de sus posibilidades en el Colegio Electoral, esa extraña y antigua manera en que se elige presidente en Estados Unidos, lo ve con mayor ventaja que en la pasada elección.
Y esto es así, sobre todo por dos temas que afectan directamente a México. Cito: “Su posición en el Colegio Electoral en relación con el voto nacional podría ser más grande que en 2016. Esa ventaja persistente lo deja más cerca de la reelección de lo que uno pensaría en base a las encuestas nacionales, y podría reducir cualquier costo electoral de acciones como sus recientes tuits que atacan a cuatro congresistas minoritarias.
Por ahora, los electores de la clase obrera en su mayoría blancos de los estados del ‘Rust Belt’, decisivos en las elecciones de 2016, permanecen en el centro del mapa electoral, según nuestras estimaciones. Los demócratas tienen pocos caminos alternativos obviamente prometedores para ganar sin estos estados de batalla”. Y peor para México: “Las opiniones del presidente sobre la inmigración y el comercio juegan relativamente bien en los campos de batalla del Norte, incluso entre los importantes votantes ‘Obama-Trump’”. “Una estrategia basada en la polarización racial podría al mismo tiempo energizar partes de la base del presidente y reconstruir el apoyo entre los votantes blancos de la clase trabajadora. Muchos de estos votantes respaldaron a Trump en primer lugar, en parte debido a sus opiniones sobre temas polémicos, incluidos migración y raza”. O sea, así nos irá. ¿Dirá algo el gobierno mexicano?
@puigcarlos