Pese a los intentos del municipio por mantenerlos limpios
Por Lic. Mauro Moreno Campos
Los visitantes que estuvieron en el Mante, disfrutando de sus vacaciones y pensaron en visitar las tumbas de sus deudos en los panteones de la localidad, sencillamente se llevaron un chasco al encontrarse con enormes selvas que cubrían en su totalidad las tumbas, sobresaliendo solamente aquellas que cuentan con bóvedas altas y cruces de regular tamaño.
Para mejor ocasión, se vieron obligados a postergar sus planes de estar frente a las tumbas de sus seres queridos, al arribar a los panteones como el número dos, por los rumbos del camino a la colonia Vicente Guerrero, que desde las orillas los invitaba a desistir en sus ideas por la gran cantidad de maleza, de zancudos y el peligro de encontrarse con alimañas, con víboras o caer en tumbas abiertas ante lo cerrado de la maleza.
Pese a los esfuerzos del republicano ayuntamiento por tratar de atender todos los espacios públicos, la lucha diaria contra la maleza les gana terreno, ante la impotencia de no contar con mayor cantidad de personal, para efectuar este tipo de trabajo, aunado a la humedad existente tras las lluvias, el crecimiento de las hierbas, el zacate y arbustos es incontrolable.
Se vuelve urgente que haya un plan de reestructuración en el cementerio dos que ya fue clausurado, para seguir inhumando cuerpos en esa zona, salvo quienes cuentan con las conocidas “perpetuidades”, pero ya debe pensarse en la construcción de andadores de concreto que faciliten el acceso de los visitantes y a la vez reduzcan los espacios de monte.
Fuente: Astro Noticias
