Por MARTHA MARTÍNEZ
“Nuestra vida no vale nada, a la gente en México, esa que nos topamos en el trayecto, a los pateros sólo les importa nuestro dinero. Y del otro lado, en Estados Unidos, nos tratan como perros”, así se expresó Jr. Rodríguez Díaz.
Jr. es originario de Honduras, ha pagado más de 12 mil dólares para poder llegar a Estados Unidos junto a su esposa y dos hijos, huyen de la pobreza, falta de empleo y de la violencia, esa que no los deja y los persigue en el trayecto, un camino que cada vez es más difícil de andar, cada vez más lejos de alcanzar la ilusión que miles de centroamericanos y latinoamericanos buscan hacer realidad, el sueño americano.
Jr. mide al menos 1.65, es robusto y de tez blanca, su lenguaje es muy informal; cruzó el río por Miguel Alemán, de México a Estados Unidos, junto a su hijo varón, el mismo retrato que él, pero con menos estatura. Mientras su esposa y su hija menor, una bebé de apenas 9 meses esperaban una señal para alcanzarlos, pero fue imposible, pues Jr. y su hijo fueron capturados por la Patrulla Fronteriza.
Permanecieron en el Centro de Detención del Estado de Texas, esos lugares a los que han denominado “las hieleras” por ser cuartos fríos en donde aseguran que sufren un trato inhumano por parte de las autoridades norteamericanas, sin asearse, con una mala alimentación, pues les dan de beber agua que los adormece y los mantiene enfermos del estómago casi todo el día.
Fueron más de ocho días encerrados. El viernes fue liberado y regresado a México con un grupo de más de 120 migrantes, todos por el Puente internacional número II en Nuevo Laredo, tal como lo anunciaron las autoridades, que se estarían regresando en promedio 200 migrantes a territorio mexicano, luego de haber solicitado una visa humanitaria, que no les asegura su estancia en el país de la “libertad”.
“Firmes o no firmes el documento que te dan, a ellos no les importa. Es mentira, sólo nos están dando largas para regresarnos a nuestro país. Por eso no queremos que más de los nuestros vengan a sufrir lo que hoy nosotros estamos sufriendo.
“En México los cárteles hasta abusan de las mujeres, las toquetean delante de los maridos. Ahora sólo queremos regresar, tal como salimos de nuestro país, en caravana”, expresaron en coro tres hombres, todos padres de familia, quienes reflejaban en su rostro temor, angustia, mientras esperaban probar alimento, un plato que el Instituto Nacional de Migración les otorga, después de pasar una lista al llegar a las oficinas en el Puente I.
De allí, los envían a Monterrey, donde deben valerse por su propia cuenta, pero muchos de ellos no quieren salir de las oficinas de gobierno.
Familias completas fueron devueltas por el Puente Juárez-Lincoln. FOTOS: DANIEL MÉNDEZ / EL MAÑANA
Jr. Rodríguez Díaz y su hijo fueron repatriados por Nuevo Laredo. Ya en Nuevo Laredo, los migrantes esperarán la cita ante Migración.
Fuente: El Mañana de Nuevo Laredo
