“Mientras no me pase a mí, para qué me meto”
LUIS APPERTI
e publicó la semana pasada la encuesta de percepcion de seguridad trimestral del Inegi, y una vez más la zona conurbada Tampico, Madero, Altamira, registra avances substanciales en la percepción de seguridad por parte de la ciudadanía.
Generalmente cuando las cosas van bien poco se dice al respecto, mientras tanto, cuando van mal, ponemos especial empeño en señalar todo lo negativo.
El trabajo atrás de esos resultados es enorme, es constante y cada día requiere de más y mayor esfuerzo.
Felicito muy especialmente a los integrantes de la Policía Estatal, a los investigadores, a los integrantes de la Policía Federal, del Ejército y la Marina, y por supuesto a ese enorme número de ciudadanos que todos los días colaboran para hacer de nuestra región la más segura del país
La labor de coordinacion entre autoridades es muy compleja, y la mayoría de las veces los recursos sumamente limitados, sin embargo, con mucha entrega y entusiasmo los vemos hacer su trabajo, sin quejas y con grandes resultados. Hacemos un exhorto a la ciudadanía a que se involucre más, a que no permita que se nos haga daño y se pierda en la impunidad el hecho, por no denunciarlo.
Lo que veamos que este mal, hay que denunciarlo, hay que señalarlo; la complacencia nos lleva a situaciones de extremo riesgo y no debemos ser tolerantes con ello.
Todos los días somos testigos de pequeñas violaciones a las leyes; personas que se pasan el alto, que tiran basura en la calle, que transitan sin placas, o con vidrios polarizados, más allá de lo permitido.
Somos tolerantes con todo esto, permitimos que se agreda a las personas en la calle, en nuestras colonias; nos desentendemos porque “mientras no me pase a mi, para qué me meto”.
A lo largo de estos años he tenido la suerte de conocer a personas con cargos públicos en el ámbito de seguridad, y varios me han dicho sorprendidos que “no pueden creer que la gente de esta zona sea tan tolerante con los delitos”.
Entramos en una área de indiferencia, de total desinterés,que si permitimos que siga creciendo, nos va a complicar muchisimo el devolver a esta zona la tranquilidad absoluta que hemos disfrutado por mucho tiempo.
Fuente: Milenio