El presidente debe dejar de confiar «en sus datos» y atenerse a los hechos pidió el diario
La renuncia de Carlos Uruzúa a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) el martes, sacudió el proyecto económico del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Y es que el funcionario renunció a su cargo con una severa carta en la que denunció imposición de personal y lo más preocupante, improvisación en las decisiones que requieren un análisis técnico.
En esta administración se han tomado decisiones de política pública sin el suficiente sustento
No son pocos los señalamientos de los especialistas respecto a las dudas que despierta la política económica del Gobierno, cuyo eje es una ideología más que una estrategia.
Financial Times sintetizó en su editorial del jueves los motivos de la incertidumbre económica que han puesto en alerta a los mercados: López Obrador necesita aceptar la realidad económica y dejar de confiar «en sus propios datos».
«La carta de renuncia del señor Urzúa no dejó dudas sobre los motivos de su partida después de solo siete meses. Acusó al gobierno de tomar decisiones sin una justificación sólida y de imponer a funcionarios no calificados en puestos clave con claros conflictos de intereses», señaló la editorial.
López Obrador ha rechazado sistemáticamente las observaciones de las calificadoras internacionales como Standard & Poor’s y Fitch.
Las entidades financieras internacionales han advertido que decisiones de estado como rescatar a toda costa las finanzas de Pemex es riesgoso para la economía.
Financial Times coincidió: «Los analistas temen que las débiles finanzas de Pemex puedan contaminar la calificación de deuda soberana de México».
Durante su conferencia de prensa matutina del jueves, López Obrador hizo acuse de recibo del editorial.
«Ese periódico con todo respeto debe de ofrecer disculpas al pueblo de México, porque ese periódico se quedó callado mientras se imponía la corrupción en México, nunca dijo nada. Al contrario, aplaudía el que se llevaran a cabo las llamadas reformas estructurales, estoy esperando que ofrezcan disculpas».
El mandatario recalcó: «Podrán ser muy famosos, pero no son profesionales. Esta mejor El Financiero».
En lugar de Urzúa, López Obrador nombró inmediatamente a Arturo Herrera, un hombre de toda su confianza y que ha recorrido la milla con él en su carrera política.
Una de las grandes dudas que genera el nuevo titular de la SHCP es su capacidad de imponer las decisiones económicas desde un punto de vista técnico, por encima de la agenda política del presidente.
La politóloga Denise Dresser advirtió que Herrera tiene el reto de poder discrepar con López Obrador.
«El reto para Arturo Herrera, nuevo titular de Hacienda es no convertirse en un ‘Yes men’; en otro soldado del presidente que marcha al tambor de las mañaneras y siempre dice ‘sí’ aunque datos/evidencia/realidad sugieran la necesidad de decirle ‘no’. Suerte a él y al país», escribió Dresser en su columna para Reforma.
En mayo The Wall Street Journal advirtió que México «coquetaba con el suicidio económico», porque uno de los arquitectos de la debacle económica argentina se había acercado a personas cercanas al gobierno de López Obrador.
En los primeros meses del gobierno de López Obrador, no se habían cumplido ninguno de los vaticinios más pesimistas en torno a la economía mexicana. El peso ha recuperado terreno frente al dólar, la inflación se mantiene estable en términos generales y la inversión extranjera no se ha ido, sin embargo el peor golpe llegó de las entrañas de la administración.
Urzúa puso en jaque un proyecto económico en el que millones de personas confiaron y que ahora genera más dudas que certezas.
Fuente: Infobae