Pasado Meridiano
Gricelda Guerra
Ahora resulta que los regidores del cabildo de Matamoros, esos que ahora se les tacha de flojos y faltistas, pues convocarán a rueda de prensa para dar a conocer su verdad sobre el motivo por el cual inasistieron el pasado jueves a la sesión extraordinaria de cabildo, obligando a suspenderla.
Ante las fuertes críticas recibidas y ante la presión de la prensa, es que éstos de plano decidieron convocar a la citada conferencia de prensa.
Según cuentan las malas lenguas lo que estarían declarando los regidores es que a unas cuantas horas les fue entregado para su aprobación el proyecto para las luminarias, una de las principales demandas de la ciudadanía, pues bien ante esta circunstancia decidirían no asistir a la sesión de cabildo, pero ni esto justifica el haber incumplido con su obligación como integrantes del cabildo ya que de por sí no trabajan y todavía se atreven a faltar.
Hasta parecen chiquitos los regidores porque esta acción fue más bien tomada como un berrinche, que los hizo ver como seres muy poco pensantes, berrinche que sirvió de excusa para ausentarse unos días de la Presidencia Municipal y andar jugando a las escondidillas con la prensa.
Pero las versiones sobre la presión que tratan de hacer los regidores para que se les permita manejar una “caja chica”, según para atender a la ciudadanía continúan y muy fuertes, será como dice el dicho que ¿cuándo el río suena es porque agua lleva?
Por cierto durante el arranque del Campamento de Verano, que se realiza en el Octavo Regimiento de Caballería Militarizada, evento presidido por el alcalde Mario López y la presidenta del Sistema DIF Matamoros, Marsella Huerta de López, se apersonaron algunos de los regidores faltistas que desde un rincón observaban el evento, pero en cuanto fueron detectados por los chicos de los medios de comunicación, éstos desaparecieron por arte de magia, dejando a más de uno de los reporteros con ganas de entrevistarlos.
Mientras que los regidores cobran sus jugosos salarios sin presentar trabajo en el Departamento de Limpieza Pública, ahora a cargo de Manlio Villar las cosas parecen haber empeorado con su llegada ya que las quejas se han incrementado como así lo demuestran las denuncias ciudadanas que ya no saben cómo hacerle para que los camiones acudan a recolectar su basura.
Al parecer tras tomar posesión Manlio Villar poco ha hecho por combatir el problema en la recolección de basura sobre todo en las colonias de la periferia, pero este personaje deberá ponerse a trabajar si no es que quiere correr la misma suerte de su antecesor, porque las evaluaciones siguen al interior del gobierno de Mario López, quien ya lo dijo muy claro ningún funcionario municipal tiene un certificado de permanencia en su puesto de 3 años, con lo que quiere decir que si no cumplen como es debido con su trabajo pues en cualquier momento se les aplicará el good bye.
Como así quedó confirmado el pasado lunes con la renuncia de la secretaria de Salud municipal, Graciela Ibarra, quien de plano no dio el ancho y terminó quedando fuera de la nómina municipal y se registró el enroque entre el secretario técnico y el oficial mayor.
Por lo que Héctor Reyna, secretario técnico, pasa a la Oficialía Mayor donde hasta este lunes despachaba Carlos Ramírez González y éste a su vez pasa a la Secretaría Técnica.
Por cierto Carlos Ramírez había recibido fuertes reclamos de la prensa luego de que éste ordenara cerrar con llave la puerta de acceso al área donde está su oficina, colocando en la entrada a un sujeto que impedía el acceso a cualquier mortal que no perteneciera a dicha área, por lo que todo aquel reportero que pretendiera entrevistarlo era sometido a tremendo interrogatorio casi casi debían presentar hasta las preguntas que se le harían.
Pues después de que la tarde del lunes fuera confirmando el enroque en la Oficialía Mayor, representantes de los medios de comunicación buscaban las primeras impresiones de quien llegó a ocupar esa silla.
Finalmente el nuevo oficial mayor acudió a tomar posesión de su oficina, siendo seguido por los reporteros pero al intentar acceder al área fueron prácticamente empujados por el encargado de la puerta como cual guarura de Luis Miguel a toda costa buscaba impedir que abordaran a su nuevo jefecito, cosa que molestó considerablemente a los reporteros que sólo buscaban hacer su trabajo.