La oposición… ¿dónde quedó la oposición…
Por: Joaquín López Doriga
La muerte, que es una desgraciada, no discrimina. Solo llega.
Anoche en Tercer Grado, que dirige y conduce Leopoldo Gómez, planteó el tema de la oposición en estos tiempos de la 4T. En mi turno, dije ¿Cuál oposición? La de los partidos no existe. Y los recorrí tan brevemente como los espacios que hoy ocupan: el PAN, descabezado, dividido, devaluado; el PRI, en su mínima expresión histórica con su ADN de alinearse con el presidente en turno y los mismos viejos vicios para hacerse de lo que hoy es un cascarón; el PRD, en estado terminal; Movimiento Ciudadano, con el oxígeno que le da el gobernador de Jalisco, y el Verde, siendo esa franquicia amorfa que se mueve entre el eclipse y la noche. En cuanto a gobernadores, el PRI tiene 12, pero serán muchos menos en 2021. El PAN acaba de perder otros dos, uno el santuario de Baja California. El PRD tiene uno y Morena ya tiene siete. En el Congreso, las fracciones opositoras han sido borradas. En la Cámara de Diputados, Morena y sus aliados ya construyeron la mayoría absoluta, mientras que en el Senado no y una minoría pluripartidista actúa a veces como el freno para las reformas constitucionales. A Ricardo Monreal le faltan ocho escaños para construir el frente de dos tercios. En los estados, Morena tiene el control de 20 congresos locales, el más reciente el de Quintana Roo, que arrebató al PAN, que solo ganó un distrito. Y para una reforma constitucional necesita 17, le sobran. Ese es el panorama de la oposición política, avasallada por la 4T. Fuera de ese mundo, habría que mirar a los organismos, cada día menos autónomos, más cooptados y a algunas organizaciones serias de la sociedad civil. Más allá, hoy no existe oposición alguna al régimen del presidente Andrés Manuel López Obrador. Y eso no es sano para ninguna democracia. RETALES 1. REBELIÓN. La de ayer no fue en la granja, sino en el seno de la Policía Federal ante su anunciada desaparición. Los agentes tomaron el Centro de Mando de Iztapalapa e hicieron varios bloqueos. Si no lo resuelven ya, este conflicto puede crecer hasta salirse de control; 2. ARGUMENTOS. Es un error salir a exigir la renuncia del presidente López Obrador por ilegítimo. Si esa es la razón, no irán a ningún lado. Porque si algo le sobra a este Presidente es legitimidad, puesta en entredicho en 1988 y en 2006. Si van a marchar, que sea con liderazgo y argumentos. Sobre todo argumentos; y 3. LEONINOS. Así calificaron el presidente López Obrador y Manuel Bartlett los contratos de la CFE para construir siete gasoductos por 80 mil millones de dólares. La CFE se fue a un arbitraje internacional, intervino el gobierno de Canadá, todo se complicó y tuvo que terciar López Obrador para instalar una mesa con la misma CFE, los constructores y él, vía su secretario particular Alejandro Esquer. Es mejor una mesa que un pleito. Ya lo veremos. Nos vemos mañana, pero en privado
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