Orbe
María Teresa Medina Marroquin
Cuando todo el país pensaba que a partir del 1 de julio de 2018, al ganar Andrés Manuel López Obrador la Presidencia de México, los estilos, actitudes, procedimientos y hasta la liturgia política, y por supuesto el contexto moral, cambiarían radicalmente, salió un gobierno ciertamente con distinto color, aunque con las mismas mañas de siempre.
Es muy temprano, según connotados analistas, reclamarle al nuevo Gobierno de la República resultados que valgan la pena y convenzan a todos. Y en eso estamos de acuerdo.
Quizá el problema de fondo que ocasiona tantos tropezones, radica en la muy deficiente forma de comunicar sus proyectos el gobierno federal. O algo malo ocultan.
La tara ancestral de los mexicanos a reservarse tantas cosas, pareciera haber sido adoptada por AMLO y la mayoría de sus colaboradores. Y si no es así, les sale «naturalita».
Dirán que el presidente informa a diario y temprano. Que trabaja y ahorra mucho. Pero es el jefe de las instituciones del país, por lo que pedirle que esté al frente de todo y además la haga de vocero, presagia fracasos muy dolorosos, teniendo en cuenta que seis años se van sin saber lo que pasó.
Si el aún popular político tabasqueño, al que nadie le gana en las discusiones y siempre tiene la razón, además de otros datos, ofreció que sus expresiones siempre irían cargadas de verdad, estas se ven cada vez más lejos.
El cambiazo que nadie vio venir, clásico de toda la vida y de paladines de la justicia que ofreciendo el oro y el moro se vuelven otros al asumir el poder, incluso dictadores, ahí están Fidel Castro, Hugo Chávez y Evo Morales, y ni se diga el PRI y sus 71 años invicto en el poder.
Viene para el país un sexenio donde una avalancha de litigios civiles instigada por los grupos que ya no están en el poder político, más las querellas penales, entorpecerán la administración de López Obrador, sumadas a su responsabilidad de polarizar al país.
Si habláramos de resultados basados en productividad y eficacia, los seis años de AMLO advierten un fracaso y una decepción iguales a las que los mexicanos hemos visto desde cuatro décadas.
REYES Y DIOSES SEXENALES
Si no tenemos (como dicen) un nuevo gobierno con los mismos y viejos métodos de toda la vida, ¿cómo se explica que México parece repetirá otros seis años de impunidad, donde la desesperación de Emilio Lozoya ordena a su abogado Javier Coello Trejo pida a la Fiscalía General de la República y a su titular Alejandro Gertz Manero, sentar en el banquillo de los acusados a Enrique Peña Nieto y Luis Videgaray, y luego el propio López Obrador se niega a dar la orden política, protegiendo a su predecesor y secuaces?
Todo apunta a que México será el mismo reino que se hace pasar por república, cuyos monarcas no pueden ser castigados por su “divinidad”, en tanto el pueblo anhela salir de la pobreza y la violencia, producto de la corrupción de sus gobiernos, desde la independencia, hace 210 años.
¿AVISOS DE UN GOLPE DE ESTADO?
Finalmente, la perturbación que sufre México es innegable en todos los niveles sociales, exacerbada desde la primera (y sospechosa) caravana de migrantes centroamericanos (muchos de ellos delincuentes) iniciada en octubre de 2018, siguiéndole una serie de éxodos que –de esa forma– nunca se habían visto intentar cruzar México rumbo a Estados Unidos.
Han seguido muchas manifestaciones de ciudadanos, de empleados del gobierno, de médicos, de enfermeras, de organizaciones civiles y la más reciente de policías federales. ¿Cuántas más seguirán en lo que parece un intento por cercar al gobierno de López Obrador?
No hay unidad nacional en México, y las llamadas minorías excepcionales parece le han declarado la guerra al presidente de la República. Y de ser así tienen recursos para varios sexenios, capaces de organizar lo peor, lo que ahora dicen son los primeros avisos de un Golpe de Estado. Dios nos libre de estos rumores que ya empiezan a propagarse.
INICIA OPERATIVO DE VACACIONES DE VERANO
El Gobernador Francisco García Cabeza de Vaca dio el banderazo al Operativo de Seguridad “Vacaciones de Verano 2019”, que de manera coordinada realizarán autoridades de los tres niveles de gobierno, instalando 14 módulos de atención en todo el Estado y extendiendo la vigilancia a carreteras y centros turísticos desde este 4 de julio hasta el 25 de agosto.
Será un operativo que desplegará cerca de 2 mil 700 efectivos de la Policía Estatal en los 43 municipios, 374 vehículos, un helicóptero, 60 jinetes y 20 binomios caninos. Ubicados también en lugares estratégicos que incluyen 145 sitios y 6 playas mayormente visitados en períodos vacacionales.
¡Excelente inicio de semana!
