Border los salva… y los deporta
Por José Acuña
El pasado lunes dos familias, una de Guatemala y otra de Honduras, estuvieron apunto de morir ahogados en el río Bravo al intentar cruzarlo nadando pero fueron rescatados por elementos de la Patrulla Fronteriza.
Se trató de Malvin y su hija Melany de 11 años, quienes obedecieron a un agente del ICE que les prometió que las atendería directamente si desistían de cruzar, pero adelante de ellos iba una familia de Honduras que estaban ahogándose, se trata de José y su hija Dulce quien ese día estaba cumpliendo 5 años, ambos estuvieron apunto de ahogarse haciendo una réplica de la triste historia de Óscar y Valeria pero por fortuna fueron rescatados y puestos a salvos, con ellos también iba Gabriela esposa de José que al ver que su esposo e hija se ahogaban prefirió no seguir y se quedó en la orilla junto con Melany y Malvin.
José, su esposa dulce Gabriela y su carismática hija, fueron regresados a Matamoros y será hasta en dos meses cuando regresen a la entrevista con las autoridades americanas para la entrevista de asilo humanitario que ellos piden.
En entrevista exclusiva para #LaFronteradice, José nos comentó que ellos cruzaron junto con Malvin y su hija Melany pero de ellas no se sabe nada más que rumores de que también las regresaron a esta ciudad pero es información no confirmada.
Señaló que está totalmente arrepentido de haber intentado cruzar con su hija ya que estuvieron por poco de morir ahogados y asegura que jamás lo volvería hacer.
«Me arrepiento tanto de verdad, estuve mal ya que mi pequeña cumplía años ese día el lunes y ese iba a ser el regalo que yo le iba a dar, por eso me siento mal por qué sentía que moría junto con ella así como Óscar y Valeria”,dijo.
Indicó que al estar de lado americano, las autoridades de aquel país le agendaron su cita para dentro de dos meses pero no les aseguran si recibirán el asilo.
Mencionó que él necesita el asilo ya que huyó de Honduras por un problema personal y es perseguido, afirma por la corrupción que se vive en aquel país.
El entrevistado dijo que él en Honduras era oficial de policía y ganaba muy bien, por su parte su esposa Gabriela era maestra de primaria y ahora tienen que huir.
Por último expresó que mientras esté en Matamoros buscará un trabajo donde ganar dinero de manera honesta para mantener a su esposa e hija y también rentarán un cuarto donde vivir.
Fuente: La Frontera Dice