Una severa crisis en materia de movilidad humana afronta la comunidad matamorense, cuyos estragos se reflejan en el aspecto de seguridad, personas en condición de desempleo y vagancia, así como instituciones y organizaciones no gubernamentales que operan al límite de su capacidad para poder ayudarles, pues el registro oficial cita solo alrededor de seis mil, pero se estima muy conservador.
Y precisamente durante este mes, se reciben por el Puente Nuevo Internacional a mexicanos que son expulsados de Estados Unidos, principalmente con su condición migratoria, que perdieron su estatus legal por problemas de delincuencia y otros.
Registro
Sobre el tema, el responsable del Instituto Tamaulipeco del Migrante, Enrique Maciel Cervantes, explica que en esta dependencia se da apoyo por ejemplo a los paisanos que son deportados por el gobierno de EU, que en junio fueron mil 821, luego en junio fueron dos mil por Reynosa.
Este mes corresponde a Matamoros nuevamente, las personas en esta condición son apoyados con servicio médico, con asistencia a través de la Casa del Migrante, se les apoya para comunicarse con sus familiares, y se les consigue descuentos en los autobuses para que regresen a su lugar de origen con apoyo de otras instituciones, como el Servicio Nacional de Empleo.
El objetivo es ayudarlos para que regresen a su casa, pues a veces los echan por el puente sin dinero, pues las autoridades estadounidenses los llegan a sorprender en su trabajo, en el trayecto, o en su casa, cuando no andan preparados para afrontar una situación de tal naturaleza.
Son personas que de pronto son sacados de su espacio de confort, de un estilo de vida mucho más favorable que el que tenían antes en México, y que a veces en el retorno obligado es peor.
Ayuda
No obstante, el Instituto Tamaulipeco del Migrante los apoya para volver a su casa y evitar población flotante, pero sobre todo no exponerlos a la vagancia e inseguridad en las calles. Incluso, el SNE los orienta para que conforme a los oficios que aprendieron allá, puedan ser contratados por empresas, especialmente de la construcción, para que no tengan de andar de limpiavidrios o en el ambulantaje.
Pero en este momento además se están atendiendo a las personas que llegaron en las caravanas procedentes de Centro y Sudamérica, así como grupos adicionales de cubanos, africanos y haitianos que acuden a solicitar asilo político, y que recientemente se han retirado del Puente Nuevo Internacional, donde tenían su campamento quienes esperan audiencia con autoridades de migración de Estados Unidos.
Ellos están aún en peor condición porque no tienen familia en México, algunos no tienen la opción de desarrollar alguna actividad que se genere ingreso, así que dependen de la ayuda que les ofrecen otras instituciones, como el comedor «Manos Unidas» y la Casa del Migrante.
Fuente: El Bravo
