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Se jubila Frida, la perrita rescatista del 19S

Frida, la perrita rescatista, continuará en las instalaciones de la Semar para colaborar con el entrenamiento de los nuevos elementos caninos en la búsqueda técnica, como es el caso de los hermanos Ecko y Evil.

«Frida», la entrañable perrita que participó en el rescate de víctimas de los sismos de septiembre de 2017, se jubiló en la Unidad Canina de la Secretaría de Marina Armada de México (Semar).

En la Ceremonia en conmemoración al Día Internacional del Rescatista, la Marina destacó la labor de la veterana adscrita al Departamento de Control Canino de la dependencia, ubicada en la alcaldía Coyoacán, en la Ciudad de México.

Frida, quien nació hace 10 años y tiene una edad canina de 70, continuará en esas instalaciones para colaborar con el entrenamiento de los nuevos elementos caninos en la búsqueda técnica, como es el caso de los hermanos Ecko y Evil, dos jóvenes pastores belgas malinois que destacan por su vigor, agilidad e inteligencia.

Junto con Ecko y Evil, formó parte de los equipos que acudieron a las labores de rescate llevadas a cabo por la Marina Armada de México tras los movimientos telúricos de septiembre de 2017 en la capital del país.

De acuerdo con información de la Semar, la perrita labrador cuenta con 53 localizaciones en estructuras colapsadas y deslaves: 12 han sido personas vivas y 41 cuerpos. Las víctimas vivas las rescataron tras el sismo de Haití, el 12 de enero de 2010.

También apoyó en la búsqueda de víctimas durante la explosión en la Torre de Pemex, el 31 de enero de 2013, en la colonia Anzures, alcaldía Miguel Hidalgo; el deslave de Guatemala, el 7 de noviembre de 2012; el sismo de Ecuador el 16 de abril de 2016.

En México, acompañada por Ecko y Evil, en Juchitán, Oaxaca, tuvo una participación activa tras los sismos del 7 de septiembre de 2017, y el del 19 de septiembre del mismo año en la capital del país.

Ello le valió el cariño y el reconocimiento de miles de mexicanos que vieron en ella al símbolo de la solidaridad y fortaleza de los mexicanos ante la tragedia.

Fuente: El Economista

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