Las inundaciones en Nuevo Laredo
Sandra Jasso
Datos históricos registran las inundaciones que ha registrado el río Bravo a lo largo de los años, pero la más significativa ha sido la de 1954, informó Raymundo Ríos Mayo, presidente de la Sociedad Histórica de Nuevo Laredo.
“Hubo datos importantes de la corriente del río desde 1922, 1932 y otra de menor importancia en 1948, la que trascendió por la gran cantidad de agua fue la del 29 de junio de 1954, para el 30 aquello era una altura máxima”, contó.
La creciente de agua fue provocada por las lluvias que había en Coahuila, afectando al municipio de Piedras Negras, el representante aforador de parte de la Comisión Nacional de Límites y Aguas (CILA), Pablo Guerra, dio la alerta de la cantidad extraordinaria que venía del río.
“Después de la inundación de la ciudad de Piedras Negras, se vino aumentando el caudal, arrastrando una gran cantidad de basura, casas y animales, que se acumuló en el cauce del río, se hizo un retén”, explicó.
El puente, diseñado con una arqueada antigua edificado al inicio de los años veinte, tuvo que ser dinamitado para que el agua siguiera su cauce; la represa causada por lo que arrastraba la corriente lo había dañado, dejándolo inservible los días 29 y 30 de junio de 1954.
“Yo tuve la oportunidad de colaborar en las oficina del CILA en 1959 y el jefe de la oficina era Horacio Vidrio Pérez; el subjefe, el ingeniero Óscar Gilboltt y estaban con él Arturo Aguiar Godínez y el ingeniero Hernando V. Padilla.
Otros colaboradores fueron Vicente Carreón, Miguel Garza Moreno, hijo del General Reynaldo Garza, Gilberto Pérez Musa, Ernestina Gracia era secretaria ejecutiva de ahí, los señores Cisneros y Serrano, relacionados con el trabajo de la medición del río, cálculo, velocidad y capacidad del agua.
“Yo siempre he vivido en la calle Canales cuadra 56, es una pequeña elevación y mis padres les dieron albergue a unas personas que resultaron afectadas por la inundación, me tocó ver en la colonia Hidalgo cómo la corriente pasaba por la avenida Yucatán de norte a sur y bajaba por la calle Gutiérrez”, recordó.
La elevación del terreno no permitía subir el nivel del agua en la colonia Hidalgo, se había elevado a lo largo de once cuadras cubriendo lo que ahora es “El Remolino” en este sector.
“Era una corriente bastante fuerte, con todo lo que traía de basura y demás en el puente, provocó la acumulación natural, aumentando considerablemente la inundación en Nuevo Laredo, de inmediato se debía liberar el paso del agua”, destacó.
Laredo, Texas, está ubicado en la zona norte y más alta, entre los gobiernos de México y Estados Unidos, por conducto del CILA, determinaron dinamitar el Puente número I, se construyó el puente de pontones, refirió.
El primer cuadro de la ciudad se había inundado, sólo algunas construcciones altas destacaban, así como el techo de las viviendas.
“Me platica un amigo que era trabajador del cortijo de don Rodrigo, propiedad de don Rosendo Caballero, allá por el arroyo El Coyote, el señor Ramiro Téllez, que avisaron a uno de los hijos de don Rosendo que subía el nivel del agua, pero ordenó no sacar nada, al día siguiente el agua arrasó con todas las casas y los animales”, comentó.
Por tal motivo se fueron a refugiar al restaurante El Llanito y llegaban los helicópteros con alimento para las personas que se encontraban de aquel lado del arroyo al sur oriente de la ciudad.
Se tiene registro que en el año de 1900 el río tuvo una creciente, el 28 de mayo de 1905 el nivel subió tanto que causó estragos ocasionado por las lluvias torrenciales de un ciclón, el puente se reconstruyó de inmediato en el mismo lugar.
“El famoso puente de los arcos había sido el tercero en unir a los dos Laredos, en 1883 se construyó el puente de hierro y el primero en su tipo llamado ‘General Porfirio Díaz’, que registró un incendio a principios de la década de los veintes; ese mismo año, el 20 de junio, también el caudal del río aumentó”, precisó Ríos Mayo.
La Junta Federal de Mejoras Materiales (JFMM), construyó al que conocemos como “Puerta de las Américas”, debajo de él continúa la corriente, única fuente que nos provee del vital líquido.
En 1932, el 9 de marzo, también registró aumento en su nivel destruyendo los asentamientos cercanos al cauce y afectando el puente.
“Se reinauguró en 1957, en ese entonces era presidente municipal el doctor Héctor González Lugo, el mayor Martin, de Laredo, Texas, y Agustín Arriaga Rivera era presidente de la JFMM, un puente que nos une como ciudades y países”, expresó.
Otras crecientes del río Bravo fueron en 1998 cuando la cresta se mantuvo al ras de la plancha de concreto de los puentes internacionales I “Puerta de las Américas” y el II “Juárez-Lincoln”; el jueves 8 de junio del 2010, el caudal cubrió las áreas bajas llegando a 13 metros de profundidad; el Puente del Comercio Mundial tiene una altura de 14 metros y es el más alto.
Fuente: El Mañana de Nuevo Laredo