Por Oscar Díaz Salazar
Es probable que el titular de la Comisión Estatal del Agua de Tamaulipas, Arquitecto Luís Pinto Covarrubias, suponga que la eficacia como titular de la CEAT, esté directamente relacionada con los kilómetros que recorre en su frecuentes viajes regionales, estatales, nacionales e incluso internacionales.
El viajero frecuente se anota a cuento curso, conferencia, taller, encuentro, foro, reunión cumbre, etc, es invitado o del cual se entera en las publicaciones especializadas en el tema del manejo del agua.
Pinto es feliz acumulando millas y puntos en su tarjeta de viajero frecuente, mientras las broncas se multiplican y agudizan en todos los rumbos del estado.
Victoria sin agua porque se requiere un acueducto. Reynosa sin agua porque se necesita otra planta potabilizadora. Matamoros se inunda porque requiere un sistema de drenaje pluvial. En Río Bravo se pudre en el abandono una planta tratadora de aguas residuales porque se requiere hacerle adecuaciones. En La zona conurbada y en Reynosa se inundan amplios sectores populares y residenciales por la mala gestión de los canales de riego y de los sistemas lagunaríos.
Y mientras el estado hace aguas con el agua para consumo doméstico, para usos comerciales, para propósitos industriales, para riego y para el reciclado, Luis Pinto se dedica al turismo buro acuátic
