Desaparecidos dejan a 30 niños huérfanos, en 5 meses
Ante la situación el DIF Madero trabaja en las colonias en busca de menores afectados, pues hay muchos que no denuncian y dejan de percibir los apoyos que ofrece el gobierno.
ANAHY MEZA
En cinco meses, 30 menores perdieron a alguno de sus padres o ambos, pues están desaparecidos, la mayoría tienen menos de 12 años, por fortuna hubo familiares que se pudieron hacer cargo de ellos, lo que evitó que fueran a una casa hogar.
Los casos los ha recibido el DIF de Ciudad Madero, su directora Amelia Pérez Rodríguez explica que hay un convenio de colaboración para poder identificar a estos menores y enviarlos al DIF estatal, que tiene un programa especial para atenderlos, al menos hasta que aparezcan sus papás.
Para atender a los niños que son víctimas de la violencia, el DIF Tamaulipas implementó un programa denominado: Orfandad “Nuestro Futuro”
Este proyecto presta atención a niños y adolescentes que han sido huérfanos por la muerte de sus padres en hechos delictivos.
Son hijos de desaparecidos, casi todos menores de 12 años, en algunos casos sólo perdieron a su papá, pero hay otros donde también a su mamá, y se quedaron a vivir con su abuelita o algún pariente cercano, eso evitó que fuera trasladado a una casa hogar.
La directora dijo que “el trabajo del DIF de Ciudad Madero, por acuerdo con el estado, es ir buscando en cada colonia los casos, y exponer a los familiares que los hijos de desaparecidos cuentan con un apoyo especial por parte del estado”.
“Lo hemos buscado”
La señora Hilda vive una colonia de la zona norte de Ciudad Madero, ella, no quiere comentar muchas cosas de lo que ha vivido en los últimos tres meses de su vida.
Su esposo un día salió a trabajar como todos los días, nada parecía fuera de la normal, sin embargo, ya no regresó.
En las primeras horas pensó que quizá se había ido a tomar unas cervezas con sus compañeros de trabajo, pero cuando llegó la siguiente mañana comenzó a llamar a todos los conocidos de su marido, nadie sabía nada.
Buscó y buscó y sigue buscando, pero parece que se lo tragó la tierra, nadie le puede dar siquiera una pista de dónde puede estar.
“pues lo hemos buscado, al principio he llegado a pensar que quizá se pudo ir con otra mujer, pero la verdad nosotros no teníamos problemas y mi hijo de tres años era su adoración, no creo que se haya atrevido a dejarlo sólo porque sí, es su único hijo, no hablo mucho de esto porque tengo miedo, no sé en qué condiciones se dieron las cosas, pero mi marido no estaba involucrado en nada extraño, al menos no que yo supiera”.
Ella era ama de casa, estudió apenas la secundaria y al pasar una semana de que su esposo no apareció tuvo que conseguir un trabajo, no gana más de 650 pesos por semana y tiene que pagar renta, agua y luz, los gastos se le vienen encima pues su pequeño entra al kínder; su vida dio un giro completo, ahora es proveedora, mamá y papá.
Fuente: Milenio