Tras comprobarse que incurrieron en el delito al tramitar con documentos falsos los apoyos para estudios, perdieron sus derechos.
TAMPICO, TAMAULIPAS.- Hasta el momento son un promedio de 500 trabajadores petroleros tanto de la refinería “Francisco I. Madero”, de la Terminal Marítima Federal así como del Hospital Regional de Pemex los que han sido despedidos tras comprobarse que incurrieron en fraude al aceptar becas para estudios.
Así lo dio a conocer el diputado local Joaquín Hernández Correa e hijo del otrora líder petrolero, Hernández Galicia, quien indicó que hasta el momento el gobierno no ha actuado en contra de algunos de los jefes y funcionarios del sindicato que fueron los que también cometieron este ilícito al ofrecer estas becas.
“Corrieron a las gentes que se vieron involucradas en lo de las becas pero aquí es cierto que los trabajadores aceptaron y utilizaron un mal arreglo y trato incurriendo en corrupción al aceptar una beca, pero peor es el que la ofreció, no han castigado a todos los funcionarios sindicales que incurrieron en eso”, refirió.
Refirió que ya aumentó la cifra de trabajadores despedidos, ya que hablan en promedio de unos 500 trabajadores que los dejaron fuera.
“Les decían a los trabajadores, ‘oye te doy una beca a cambio de unos 20 ó 30 mil pesos’ y las personas se quedaban con 50 mil ó 60 mil pesos, para ellos era una ganancia, ganancia que se ha perdido cuando no ha habido pagos de tiempo extra o de tiempo insalubres a quienes limpian los tanques y quienes trabajan dentro de las plantas o de los propios barcos”, dijo.
Hernández Correa dijo que el único arreglo que se tuvo es que a los familiares de cada uno de ellos, los iban a dejar de planta para que no se perdieran los derechos.
“Pero yo cuestiono por qué no han corrido, por qué no han echado a la calle a quienes realmente ofrecieron ese mal convenio de las becas y se ha hablado de los secretarios de Trabajo y de funcionarios que están en la Ciudad de México, pero hasta el momento no se les ha tocado ni un pelo”, dijo.
Algunos de los trabajadores tenían poco tiempo, otros ya estaban a punto de jubilarse y fueron los que aceptaron meter documentación falsa de algunas universidades que no tenían en sus censos a estos trabajadores estudiando.
Fuente: Expreso.press
