EL SIMBOLO DE LA TRAICIÓN
LETRA PÚBLICA
POR: RODOLFO SALAZAR GONZALEZ
Hace ya más de un mes la National Geographic Society a través de su canal de cable
trasmitió un hayazgo arqueológico sensacional y desestabilizador: presentó un texto del siglo
tercero -copia en cóptico de un original griego del siglo II- de un evangelio en el que según
esta sociedad científica de prestigio universal había sido redactado por el mismísimo Judas
Iscariote.
Se trata lo sabemos bien de un nuevo evangelio de la secta cristiana conocida como
«Gnostica» que sostenía una tradición que incluía varios otros evangelios y que por esa razón
fue perseguida por heréticos (olvidando la máxima que afirma que los herejes son necesarios)
por quienes quisieron estabilizar la religión cristiana a través del nuevo testamento, y que
fueran tan solo los evangelios escritos por Marcos, Lucas, Juan y Mateo los que sentaran la
vertebración sobre la que caminaría el cristianismo en el futuro de la humanidad.
En el evangelio que atribuye National Geographic a Judas, se le otorga a este personaje
una dimensión diferente y contraria a la que la humanidad cristiana y catolica tiene
preconcebida sobre su conducta al lado del maestro Jesus. A sido Judas Iscariote la
personificación satanizada de lo que la traición significa. Es el santo patróno de los traidores y
de los que entregan a sus amigos al enemigo. Sin embargo en este documento que paso la
prueba del carbono 14, un examen científico que utilizan para comprobar la edad y la
autenticidad de los documentos proyecta una personalidad totalmente distinta a como la
tenemos imaginada de Judas.
Es en este evangelio Judas el instrumento que utiliza Jesús para poder entrar en el
terreno de la inmortalidad. El carpintero de Nazareth le pide a Judas que lo entregue a los
romanos; para que así se cumpla la voluntad divina. De ser cierto esto, Judas dejaría de ser el
símbolo de la traición y se convertiría en el instrumento escogido por la divinidad para la
encarnación final de Jesús en esta dimensión. Por qué la supuesta traición de Judas es en
realidad el acto supremo de lealtad a Jesús que buscaba ser sacrificado en la cruz para redimir
a la humanidad y liberarse del cuerpo.
El evangelio de Judas revela algunas de las dificultades que tuvieron los cristianos con la
idea misma de Judas como traidor. La traición de Judas podría parecer improbable primero por
la divinidad de Jesús, quien no escogió a sus apostoles en balde ni podría haber sido sometido
sin su consentimiento, y luego por la importancia del perdón en la filosofía cristiana.
Este tema sobre la nueva dimensión o interpretación que se hace de Judas Iscariote, la
trató hace como veinte años el escritor griego Nikos Kazantzakis, quien es un investigador
constante y serio de la importancia para la humanidad que tiene la vida de Jesús. El texto es
formidable, pero tuvo poca difusión por que no fue aprobado por las autoridades del Vaticano.
Sin embargo la versión que el griego Kazantzakis tenía sobre la conducta de Judas al lado de
Jesús la llevo muy bien al cinematografo el extraordinario director Martin Scorsese, quien logró
una excelente pelicula que denomino «La Ultima Tentación de Cristo», que no tuvo una
excelente distribución por que el Vaticano la desaprobó para autorizar «La Pasión de Cristo» que
dirigió Mel Gibson.
En «La Ultima Tentación de Cristo» de Scorsese, Judas es un sicario a sueldo de los
Zelotes, que había aceptado un contrato para dar fin a Jesús porque en ese momento por el
que atravesaba el pueblo de Judea Jesús encabezaba la inconformidad de los judíos en contra
del poder romano. No obstante Judas en su trato con Jesús sufre una transformación y se
convierte en su mejor discipulo, que está pendiente de la seguridad de Jesús. Hay una escena
al final de la película en la que Jesús llama a Judas y le pide le haga el favor de señalarlo
dandole un beso para que los romanos sepan que el es Jesús de Nazareth. Asombrado Judas, le
pregunta ¿por qué razón lo escoge para tan indigna acción? y le dice a Jesús que si él sería
capaz de traicionar a su mejor amigo. Jesús le contesta que él no tendria las fuerzas suficientes
para traicionarlo; y que Judas es más fuerte y por esa razón le toca esa misión, para poder
entrar a la divinidad.
El asunto es que históricamente la palabra Judas con lleva implícita la condena de
traición; por eso en México en semana santa siempre se quema un Judas, simbolizando a un
traidor al país, y se escoge para tal evento a una botarga que tenga el aspecto de Carlos
Salinas o de Trump, para sugerir una relación directa de estos personajes en termino de
genealogía estrecha de todos los tiempos con Judas Iscariote que como les dije al principio es
considerado el santo patrono de los traidores.
Más allá de las discuciones -un poco absurdas a mi modo de ver- sobre si el evangelio de
Judas presentado por la National Geographic y adelantado por la imaginación del griego
Kazantzakis, debemos de pensar que si plantea o no un nuevo dato historico en torno de la
pasión de Jesús; podemos aprender que con este evangelio que atribuyen a Judas, queda
establecido que nunca a reinado la ortodoxia y que cuestiona de nueva cuenta la manera en
que el cristianismo a definido a sus enemigos internos y externos.
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