Política

Con Urbanidad

Por: Vicente Hernández

“Veo a los periodistas como trabajadores manuales, los obreros de la palabra. El periodismo solo puede ser literatura cuando es apasionado.”
‹Marguerite Duras›

El pasado 1° de agosto de este 2022 el Congreso local de Chiapas otorgo la “Medalla Rosario Castellanos” al artista Antonio Ramírez Intzin, por sus contribuciones al arte y cultura, quien es originario de Ch´ixaltontic, municipio de Tenejapa, y fue el gobernador de esa entidad Rutilio Escandón Cadenas quien coloco la citada medalla a tan destacado artista.


La medalla “Rosario Castellanos” fue instituida por el Congreso del Estado el 5 de noviembre del 2004 para reconocer a las mujeres y hombres mexicanos que se han distinguido por sus contribuciones al desarrollo de la ciencia, el arte o por su virtud, en grado eminente como servidores de nuestro Estado, de la Patria o de la Humanidad y precisamente fue un 14 de agosto del 2018 cuando esta medalla también le fue otorgada a la periodista Cristina Romo Hernández mejor conocida como: Cristina Pacheco, periodista, escritora, poeta, entrevistadora y conductora de televisión, a quien expreso mi admiración y respeto en el presente texto.


Hace ya muchos años que empecé a leer a Cristina en la sección cultural del periódico Novedades, y después en prestigiados periódicos y revistas entre los cuales se encuentra la revista “Siempre” que dirigía José Pagés Llergo, con sus extraordinarias portadas realizadas por el maestro Jorge Carreño, incluidas las portadas de aniversario en las cuales el tema era Don Quijote, y de estas también se encargaron de realizar pintores de altos vuelos entre ellos Salvador Dalí.
Esta revista fue la final de una trilogía de publicaciones que da inicio en 1937 con la revista “Hoy” tiempo después “Mañana” y finalmente “Siempre” fundadas y dirigidas por uno de los mejores y más completos periodistas que ha dado México Don José Pagés Llergo.


Fue en mis primeros años de juventud cuando empecé a leer “Siempre” junto a Jueves de Excélsior, “Sucesos” e “Impacto”, pero la que más me sedujo fue “Siempre” porque en ella Pagés Llergo le dio pluma libre a sus colaboradores sin importar su forma de pensar, así que bien se podía leer a Rico Galán, Vicente Lombardo Toledano de tendencia izquierdista, que a Don Nemesio García Naranjo quien fue muy conservador en sus textos histórico-literarios, Renato Leduc periodista, poeta y literato, Roberto Blanco Moheno, periodista y escritor autor de “Crónicas de la Revolución Mexicana” y “Un son que canta en el rio” que son tan solo dos de su vasto trabajo literario, Carlo Coccioli, Mario Moreno, Heberto Castillo, Luis Gutiérrez González, Jacobo Zabludosky, y el inolvidable Francisco Martínez de la Vega así como la invaluable Cristina Pacheco esposa del laureado poeta y escritor José Emilio Pacheco.


Cristina Pacheco se especializo en el género periodístico de la entrevista, y con sobrado estilo realizo una entrevista semanal en la revista “Siempre”. De Cristina Pacheco hay mucho que contar, pero mejor ella nos lo cuenta mediante sus dos últimos programas televisivos para Canal 11 “Conversando con Cristina Pacheco” (desde hace 25 años) y “Aquí nos tocó vivir” el cual tiene 44 años al aire (el programa inicia su trasmisión el 10 de mayo de 1978). Cristina ha recibido el Premio Nacional de Periodismo, el premio Texponaxtli por su labor en televisión entre otros muchísimos más premios, y aun al paso de los años sigue gozando de las preferencias del televidente.


Y retomando el tema de revistas de época, quien no recuerda la “Revista Tamaulipas” fundada y dirigida por los hermanos Silvio y José Ives Lattuada, impresa en Tampico y con circulación nacional e internacional debido a su edición del Álbum Grafico del Ciclón “Hilda” de 1955, en la que podíamos leer artículos, entrevistas, notas de sociales, deportivas y artículos de Alfonso Guzmán Neyra, del Licenciado José Ángel Ferral, la señora Consuelo Alejo de Díaz, y desde luego de mi gran amigo el periodista Víctor Palacios Azua y como colaboradores gráficos Armando Meyember “Limonta” y el gran Jesús García Ahumada “El Garaballo” entre otros no menos importantes integrantes de esta revista.


Fue en 1970 o quizás en el 71 cuando mi amiga Ana María Gallegos Meléndez y yo, le solicitamos a don Silvio Lattuada un espacio en su revista, el cual generosamente nos lo concedió, y mi primera colaboración fue un pequeño texto titulado “Las razones de Juan Pueblo”, la segunda ya no me la publicaron (quizás por mala) así que ofendido por tan grave (según yo) afrenta a mi talento periodístico, seguí de aprendiz de reportero gráfico con mi amigo Ernesto Hirimaldo Ramírez por aquel entonces Jefe de reporteros gráficos del Sol de Tampico, en cuanto a mi amiga Ana María siguió colaborando con notas y entrevistas por una corta temporada en la revista.


Desde entonces a la fecha ya corrieron ríos de tinta y kilómetros de papel, pero los recuerdos de aquellas lecturas siguen suspendidos en nuestras memorias.

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