Amigos y rivales tricolores
Por: Joaquín López
Con esos amigos, para qué quieren enemigos en el Partido Revolucionario Institucional de Tampico, donde ni sus regidores en el Cabildo porteño ni la dirigencia en el municipio se entienden. Ese matrimonio está más que acabado y apenas van cinco meses de administración municipal.
La novela está llegando a un clímax donde el divorcio es inminente, se ve llegar.
Ana Esther Gorordo Arias, “simpatizante” del partido tricolor que tiene una silla en el Cabildo porteño (ahora empiezo a pensar que por pura suerte), esta semana dio a conocer que como no es militante no tiene la obligación de aportar económicamente para sostener al partido.
El PRI les pide el 5 por ciento de lo que ganan al mes para poder pagar los gastos obligados para la operación del mismo. En otros partidos cobran hasta arriba del 10 por ciento a sus militantes con cargos públicos.
La regidora, quien gana alrededor de 50 mil pesos al mes, dijo que lo pueden hacer de manera voluntaria o moral (aportar dinero) si así lo eligen, pero no están obligados, situación que lo verá directamente con el dirigente Roberto González Barba.
No están definidos si van a apoyar al PRI o no. “Puede ser, depende de quién sea el candidato”, respondió Gorordo, al decir que todavía no llegan a ese punto, cuando el mismo PRI ya definió a Astrid Lattuada y Ricardo Garza Narváez. Tampoco quiere hablar de situaciones de índole política, como el hecho de militantes de hueso colorado que se han ido a otros partidos, como la ex alcaldesa Magdalena Peraza y otros personajes. Se reserva sus comentarios.
Tan es así, que pese a que Peraza Guerra criticó, a través de un video, a la actual administración municipal panista, la regidora propuesta por el PRI avaló el trabajo que ha hecho hasta el momento el alcalde Jesús Nader Nasrallah.
“Lo veo muy bueno, bien hecho, escucho a la gente que lo dice, y se nota en la ciudad”.
Más tarde, ese mismo día, el presidente del PRI, Roberto González Barba, les mandó a decir a los cuatro regidores, Esther Gorordo, Rodrigo Azcárraga, Isabel Goldaracena y Benito Abad -este último es el único registrado en el PRI- que moralmente están obligados a aportar a su partido. Casi que quieran o no, tienen que ponerse guapos.
Fuente: Milenio