SIGUE CACHONDEO DE SINDICATOS
Por: David Castellanos Teran
Después del susto… el día terminó con una caguama bien fría.
Debido a que en nuestro país las huelgas o manifestaciones laborales habían sido muy pocas, casi inexistentes durante los últimos años hasta que inició la 4ta Transformación, es evidente que los organismos sindicales mexicanos poco veían por los trabajadores o agremiados.
Precisamente el pasado mes de diciembre, la Confederación Sindical Internacional (CSI), expulsó a la Confederación de Trabajadores de México (CTM) y la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), por efectuar prácticas contrarias a los principios y valores de los trabajadores; después de esta tremenda patada a la espinilla, dichas agrupaciones mexicanas tendrán una reducción en sus participaciones dentro de organismos transcontinentales, como es el caso de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
No podemos pasar por alto que al paso de los días y semanas del nuevo gobierno federal, Napoleón Gómez Urrutia, presidente de la Comisión de Trabajo y Previsión Social del Senado, comenzó a fraguar la Confederación Sindical Internacional Democrática (CSID) -no diremos que pronto será el armado, perdón, obrero de Morena-
De Napito, se ha dicho mucho, pero después de más de una década fuera de México, regresó con toda la fuerza para remover el negocio sindical, que tiene una larga lista de sacrificadísimos líderes que aparentemente se han enriquecido a costa del trabajo de sus agremiados, como es el caso de Francisco Hernández Juárez, líder de los telefonistas con más de 40 años al frente; también están Víctor Flores Morales, del Sindicato de Ferrocarrileros, quien desde hace 24 años les representa; otro que parece inamovible es Víctor Fuentes del Villar, dirigente de los electricistas desde el 2005; y otros más que junto a éstos podrían comenzar a caer uno a uno, pero mucho dependerá si eligen jugar con la plantilla guinda de Morena.
Entonces ahora que el movimiento sindical mexicano está reestructurándose, las empresas comenzaron a padecer huelgas y paros laborales sin que se logre descifrar ¿quién está detrás de estos movimientos?, ¿la CTM o la CSID?
El último movimiento laboral más significativo comenzó desde hace más de una semana a través de redes sociales, y grupos de WhatsApp, me refiero al paro laboral dentro de los patios de maniobra de la empresa transnacional española Dragados Offshore, situada en la ciudad de Altamira, al sur de Tamaulipas.
El lunes comenzaron a realizar manifestaciones internas algunos obreros, exigían aumentos salariales, sin embargo, no alcanzaron a tener repercusión en todos los compañeros, pero el martes en la tarde noche, los insurgentes sindicalistas de esta compañía especializada en la industria energética, ya habían recibido la instrucción de impedirle el paso a los compañeros del turno nocturno, por lo que al menos unos 400 trabajadores de paileria, soldadura, así como los de oficio tuberos, argoneros y plataformeros pasaron la madrugada del miércoles frente a la puerta de la empresa española sin poder ingresar, la mayoría desconocía qué estaba sucediendo, pero en la mañana del miércoles los trabajadores del siguiente turno llegaron y se encontraron con sus compañeros “haciendo un plantón”, y también se les impidió el paso a trabajar. Estalló el movimiento y Dragados Offshore, quedó paralizada.
Al paso de las horas, solo algunos pudieron ingresar a sus centros de trabajo, la mayoría no se imaginó que estallaría el movimiento laboral y aunque eran ignorantes de las demandas laborales que unos cuantos exigían, recibir un aumento al salario era una buena opción para sumarse, sin dejar de lado las presiones de sus mismos compañeros; fueron horas de incertidumbre, de mirarse unos a otros sin saber qué o quién estaba detrás del movimiento, muchos de los trabajadores vestidos en overol azul tenían el rostro cubierto; entre el miedo, susto, y algarabía de lo que estaba sucediendo, nuevamente Tamaulipas vivía una nueva crisis social laboral. Un paro casi huelga que no deja la mejor de las imágenes para inversiones futuras. Pero que va, están en su derecho de exigir.
La empresa Dragados Offshore, con más de 40 años de experiencia en la construcción de plataformas marítimas para todo el mundo, tiene patios de maniobras en Altamira y Pueblo Viejo, al norte de Veracruz, hasta hace un par de años, habían recortado su plantilla laboral, de ser unos 3 mil obreros, descendió considerablemente, mucho tuvo que ver la crisis petrolera y claro, la guerra narca de México, esa que logró medio apaciguarse desde que la Marina y SEDENA, asumieron el control de la seguridad en Tamaulipas, debido a una estrategia del Gabinete Nacional de Seguridad (2012-2018).
Nadie puede olvidar que en el sur de Tamaulipas, los obreros y especialistas en trabajos industriales no encontraban trabajo, y el poco que había era muy castigado en sus salarios y prestaciones; hoy nadie se explica cómo es que sorpresivamente y aparentemente de la nada, estallan con mayor frecuencia los movimientos laborales… por cierto, lo que sucede en Dragados Offshore puede extenderse por todo el corredor industrial de Altamira, en donde se encuentran compañías de talla internacional con millonarias inversiones
¡Que alguien apacigüe los ánimos! Por lo pronto, hoy todo terminó con esa caguama pa’l susto.
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