VÓRTICE
Por Martín Jaramillo Luna
¿GANAS DE SERVIR O DE SERVIRSE?
Las modificaciones recientemente hechas a los artículos 75 y 127 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, llamada Ley de remuneraciones máximas donde se obliga a diputados, senadores, magistrados y todos los funcionarios de primer nivel de las dependencias y organismos descentralizados de los tres poderes de la unión, causó resquemores en muchos y ha evidenciado las verdaderas intenciones de otros, pues les duele y mucho que les bajen el sueldaso que percibían.
La inconformidad de magistrados y funcionarios de áreas como el INE o INEGI se entiende empero muchos de ellos han acatado la deducción salarial de sumas millonarias a un salario digno, sin embargo, llama la atención que sean quienes salieron a la calle a pedir el voto popular, a solicitar ser los servidores del pueblo, los que ahora manifiesten su inconformidad por el salario que deberán asumir al entrar en funciones la presente ley.
Así es, diputados y senadores de los partidos políticos, PAN, PRD, MC, PVEM, PT y hasta el diputado sin partido Emilio Álvarez Icaza, han firmado una controversia constitucional, es decir un recurso legal ante el supremo tribunal de justicia de la nación c en contra de esta ley para que no someterse a ganar menos que el presidente de México.
Y es que ese es precisamente el meollo del asunto, que la ley establece que ningún funcionario deberá ganar más que el ejecutivo federal y el salario que él mismo se ha trazado es de 108 mil pesos al mes, por lo que diputados y senadores se tendrían que conformar con un salario de los 107 mil pesos mensuales, con lo que no les alcanzaría para darse la vida de lujos y dispendio al que están acostumbrados.
El pretexto presentado por diputados y senadores de oposición a MORENA en ambas cámaras es que se viola la autonomía de dos de los tres poderes de la unión al establecer los salarios que deben de percibir, ya que en lo económico los poderes legislativo y judicial deben ser autónomos por lo que en materia de presupuesto deben tener los recursos que requieren para las remuneraciones de sus componentes.
La férrea defensa de esa autonomía deja pasmado a este escribano, toda vez que, en otras legislaturas, donde muchos de los firmantes han estado y donde el ejecutivo es de otros partidos como el PRI o el PAN, los legisladores si se han sometido a los caprichos de los mandatarios, pero ninguno de ellos les había tocado el bolsillo o más bien por el contrario les había llenado el bolsillo por eso el sometimiento.
En sesión del senado el PAN señaló que se está confundiendo la austeridad con la mediocridad, con la nueva ley de salarios máximos por lo que estarán a la espera del resolutivo del poder judicial de la federación el próximo 20 de diciembre a fin de que este se ejecute antes del primero de enero fecha en la que entraría en vigor ya plenamente la nueva ley.
Luego de esto queda en el aire la pregunta ¿Cuándo piden el voto que es lo que buscan, servir o servirse? En un país donde el salario promedio mensual es de cinco a seis mil pesos, hablar de un salario de 107 mil pesos para un legislador federal es un gran sueldo, esto aparte de la ayuda legislativa y el apoyo de acciones legislativas que tienen lo cual incrementa considerablemente las percepciones de los señores diputados y senadores.
Si a ello le suma usted que muchos de estos senadores o diputados no instalan oficinas de enlace legislativo como debería de ser para atender a su población, ese dinero se queda integro en los bolsillos de ellos, y por ende al no tener oficina no hay quienes les pidan apoyos por lo que todo eso se lo ahorran, entonces ¿Dónde está la austeridad de la que se están quejando?
Se viene en Tamaulipas una elección a la cámara de diputados del congreso del estado, y luego de ver este penoso aferramiento al poder económico por parte de estas fracciones parlamentarias del PRI, PAN, MC, PT y PRD, sería bueno preguntarles a sus candidatos cuando lleguen a pedir el voto ¿quieres servirme o quieres servirte?
Hasta la próxima