López Obrador insistió en la promesa de que con su plan en tres años bajará el precio de los combustibles.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo este domingo que planea aumentar el presupuesto de la estatal Pemex en 75,000 millones de pesos (unos 3,700 millones de dólares) en 2019 para incrementar la producción petrolera y de gasolinas en el país.
“Vamos a financiar toda la actividad petrolera con el plan de austeridad republicana”, dijo López Obrador desde su natal Tabasco, en donde su gobierno planea construir una refinería. “Vamos a aumentar en 75,000 millones de pesos la inversión en Pemex de lo autorizado en 2018”.
La petrolera mexicana ha registrado una caída en su producción desde 2004, cuando extraía unos 3.4 millones de barriles por día. En octubre pasado, la compañía produjo apenas 1.7 millones de barriles de crudo.
El nuevo gobierno busca ahora que, para 2024, la petrolera produzca unos 2.4 millones de barriles por día.
López Obrador, quien asumió el poder el 1 de diciembre, sostuvo que el sector energético vive “una situación compleja, difícil y no un asunto ideológico”.
Fustigó de nuevo la reforma energética que implementó su antecesor, Enrique Peña Nieto, y que abrió el sector a la iniciativa privada por primera vez en más de 70 años.
“Se pensaba que iba a ser la panacea la reforma energética, se dedicaron a aplaudir porque iba a llegar la dolariza y nos iba a salvar la apertura del sector energético”, dijo.
López Obrador presentó también un plan de refinación de petróleo para que el país latinoamericano deje de importar gasolinas en los próximos tres años.
“Vamos a que en tres años estemos consumiendo las gasolinas que consumimos en el país, para entonces sí poder bajar el precio de los combustibles”, dijo.
Previamente, López Obrador afirmó que México dejaría de exportar petróleo, que se destinaría en su lugar para el consumo interno.
El nuevo proyecto implica rehabilitar las seis refinerías existentes en México -que operan a menos del 100% de su capacidad- y construir otra en Dos Bocas, Tabasco.
Las calificadoras de deuda han comenzado a mirar de cerca el plan que tiene López Obrador para Pemex. En octubre pasado, Fitch redujo el panorama de la nota de la petrolera “ante la incertidumbre de cambios futuros potenciales” en su estrategia de negocios.
Moody’s, por su parte, dijo que el plan del nuevo gobierno de disminuir las exportaciones y enfocarse en la refinación puede traer riesgos para la calidad del crédito de Pemex y del país.