Presunto culpable
David Es Castellanos Terán
@dect1608
Las falsas sospechas y detenciones arbitrarias son un mal común en el sistema de impartición de justicia de México; desafortunadamente también estas prácticas están más que arraigadas en las policías de este país de Norte América.
Para los elementos policíacos vecinos de los Estados Unidos, son los migrantes, residentes de zonas marginadas, los pobres y las personas de rasgos autóctonos los más violentados de sus derecho humanos y víctimas de la privación ilegal de la libertad. El caso de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, es uno de los más sonados en los últimos años.
Desde Tuxtla Gutiérrez en Chiapas, hasta Tijuana en Baja California o de Jalisco, en el Pacífico hasta Tamaulipas, pegado al Golfo de México, se suscitan situaciones innumerables relacionadas con el delito de privación ilegal, desaparición, secuestro e incluso amenazas, acciones que en muchos de los casos llevan a las víctimas a la tortura y otros tratos que trasgreden los Derechos Humanos.
En el estado de Tamaulipas, este lunes activistas y defensores de los Derechos individuales, denunciaron públicamente que el personal de la patrulla 1051 de la Policía Estatal Acreditable (PEA), y de la Investigadora, perteneciente a la Procuraduría General de Justicia en el Estado, a cargo de Irving Barrios, de haber detenido de manera arbitraria y privar de la libertad al señor Ángel “N”, encargado del departamento de circulación del semanario “Vertical”, en el sur del estado, acusándolo de secuestro, sin tener una sola evidencia o acusación contundente, informó el activista Nestor Troncoso.
Resulta que el semanario “Vertical”, fundado hace varias décadas por el ingeniero Julio Alberto Rubio, ex corresponsal de la revista especializada en investigación periodística “Proceso”, informa en su ejemplar de esta semana sobre un accidente aéreo registrado hace varios días en la ciudad de Altamira, municipio presidido y sorpresivamente gobernado por la panista Alma Laura Amparán de Hernández Llanos, quien recién se reeligió el pasado primero de julio.
Fue directamente Nestor Troncoso, quien recriminó y lamentó que el personal de la PGJT, se haya dado a la tarea de aprehender sin respetar las garantías individuales de Ángel “N”, y ejecutando su detención mientras repartía los cientos de revistas “Vertical”, bajo el argumento de que habían recibido en la central de emergencias una llamada anónima señalando al carro blanco de generación alemana donde viajaba Ángel, y mismo en que repartía los ejemplares, como un coche que participó en el secuestró de una estudiante.
La presunta víctima, apenas alcanzó a comunicarse vía telefónica con el periodista Esteban Paredes Rangel, corresponsal del semanario en el sur de Tamaulipas y a quien le notificó que seis patrullas le habían cerrado el paso, instantes más tarde, Ángel ya estaba encarcelado en la prisión municipal del ejido Tres Marías, alejado de la civilización y en donde ni siquiera se siente la gobernabilidad de la señora Amparán de Hernández Llanos.
Hasta la madrugada de este martes, Ángel, colaborador del semanario “Vertical”, fundado en el municipio de Matamoros en la frontera tamaulipeca, seguía tras las rejas, su compañero el periodista Esteban Paredes y el activista Nestor Troncoso, no tuvieron comunicación con la victima, invadiéndolos la incertidumbre, el miedo y la zozobra pues temen que le suceda lo que a muchos otros.
Tal cual, su temor es que Ángel pase de una detención, a integrar las cifras de muertos y desaparecido en Tamaulipas y México.
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