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¿Por qué Carmen Lilia si y Carlos Peña no?

Fuentes fidedignas. Por: Isaias Alvarez

Hace unas semanas, la alcaldesa de Nuevo Laredo, Carmen Lilia Canturosas compartió en redes sociales un triunfo por el que luchó por varios años: los procesos judiciales que tenía en su contra, quedaron sin efecto, demostrando que, en este caso si fueron fabricaciones del exgobernador y su clan para perjudicarla en su carrera política y personal. Así como la alcaldesa que desde aquí felicito, hay algunos más que sus problemas con la ley están siendo desechados, no procedieron. Pero hay un alcalde que no puede presumir lo mismo en sus redes sociales: Carlos Peña Ortiz.

Carmen Lilia trabajó con un amparo, no con más de una decena y su proceso no afectó absolutamente en nada su desempeño como alcaldesa; en cambio, Carlos Peña se ha ausentado y el y su equipo han ocupado sus energías tratando de resolver los problemas legales que lo persiguen, dejando de lado la labor de alcalde que se supone representa. De ahí deriva su pésimo desempeño: no está enfocado en la ciudad, sino en resolver sus problemas con la ley.

En el mes de febrero Canturosas mencionó que con la salida del ex gobernador Francisco García Cabeza de Vaca, se había acabado la persecución política, incluso mencionó que ella se sentía más tranquila: «Que se haga justicia como se tiene que hacer, obviamente siempre he estado tranquila porque como me han visto trabajar en la política, siempre he sido una mujer de bien, buscando el bien común para los ciudadanos, buscando mejorar las cosas», dijo. Entonces ¿Por qué Carlos Peña sigue utilizando la excusa barata si sus homónimos quienes también declararon que fueron perseguidos políticos, ya andan tranquilos y en el caso de la alcaldesa, su proceso fue desechado?

No hay otra explicación más que, lamentablemente (para el) su problema si ha de ser real. La compra del rancho posiblemente si se realizó cuando tenía escasos 20 años; el dinero con el que fue adquirido, Carlos no ha podido aclarar de donde salió y para hacer tonto al pueblo de Reynosa sostienen (él y su mamá) que fue una herencia.

Ha habido circunstancias de las cuales el alcalde uso a su favor para hacer creer que realmente si es un perseguido político y que había quienes querían quitarle su cargo, como el caso de Luis Espino, en donde algunos de sus propios regidores andaban en pláticas para recibir una suma de dinero y constituir un movimiento para remover al alcalde de su puesto; pero por supuesto que no iban a soltar el hueso del que han estado agarrados por casi una década, y que se ha dicho en múltiples ocasiones, les costó varias decenas de millones, el colmillo retorcido de la madre hasta cierto punto les ha servido.

Caso curioso, Nuevo Laredo recibe más del doble del presupuesto que Reynosa, y allá no hubo nadie que quisiera tumbar a la alcaldesa, en todo caso Nuevo Laredo sería una ciudad más atractiva en ese aspecto, observación que nos pudiera indicar que los delitos que le montaron a Carmen Lilia eran débiles, solo para afectarla políticamente; en cambio, en Reynosa Carlos no ha corrido con la misma suerte. A la fecha, el alcalde ha promovido amparo tras amparo, con tal de que no lleguen por el en cualquier momento, el ultimo rechazado por cierto.

Por eso su estrés y coraje contra quienes señalamos su mal gobierno y las faltas que han cometido (él y su madre), hasta amenazados con denunciarnos salimos. Y eso no es lo que sorprende, hasta declararon que en la actualidad no existe un estado de derecho en Tamaulipas, aun y cuando el Gobernador apoyó a Carlos sin tener la obligación de hacerlo. Es todo un caso la situación del joven alcalde, lo peor es que ha afirmado que buscará la reelección, parece que le quieren pegar a la década en el poder, la cuestión es si el pueblo los respaldaría una vez más, porque los bots de comunicación social no tienen credencial para votar.

Los desatinos políticos de esta familia son tan evidentes que hasta algunos de sus mismos discípulos han abandonado el barco ‘Makista’, un claro ejemplo es el del diputado Humberto Prieto, quien al parecer ya les hizo el feo y prefiere quedarse en Victoria para acudir a eventos estatales, entre ellos el grito de independencia, y el día de hoy estuvo presente en la ceremonia cívica de honores. El diputado algo sabe que nosotros tal vez no; posiblemente sospeche que los Peña Ortiz serán enviados al cementerio político en el próximo proceso electoral, cosa que no sorprende a nadie.

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