Ciudad Victoria es una las capitales con menor progreso en el país y se necesita, más que un ocurrente y simpático alcalde, un Presidente Municipal con la suficiente capacidad para sacarla adelante.
Al parecer esta Capital no lo ha tenido en los últimos años, y no se ve, que lo pueda tener.
Lejos de bailables, autógrafos (con mala ortografía), esta localidad necesita una autoridad con visión. Una autoridad con mira estadista que le permita planificar.
No queremos a un administrador que planee una agenda semanal o mensual, sino un líder gubernamental que planifique a corto, mediano, pero sobre todo, a largo plazo.
Esta capital no necesita de ocurrencias como patear un parquímetro o bailar con las muchachas y señoras de zumba, ni salir a montar en su corcel o echarse la de Caballo Dorado en un baile popular.
Porque, ¿sabe qué, señor alcalde? un gobierno de ocurrencias no es bueno para la Capital de Tamaulipas.
Tal vez no lo sepa, pero la gente lo eligió para cumplir y hacer cumplir la ley. Lo eligió para que administre y planee lo que mejor le convenga a los victorenses; no endosó el municipio a su persona para que juegue con él como si fuera Monopoly.
No le dio la confianza para que haga con el municipio una pista de baile o un ruedo. No le entregó el voto para que ellos, los ciudadanos, hagan su trabajo tomando decisiones que solo a usted le corresponde hacer.
Téngale más respeto, no solo a la sociedad victorense, sino a su investidura, a su cargo, pero sobre todo a su ciudad, que
aunque no haya nacido usted aquí, es la que le ha dado cobijo por muchísimos años, tanto en lo profesional como en lo familiar.
Señor alcalde, no le falte el respeto a la inteligencia de los victorenses y haga de esta localidad una capital digna y desarrollada.
Usted quiso el puesto porque lo buscaba desde hace ya tiempo. Primero cuando pertenecía al PRI. Después lo hizo como independiente, y ahora que a través de la coalición con Movimiento Ciudadano, el Partido Acción Nacional y el de la Revolución
Democrática lo hicieron ganar, no lo desperdicie.
Supongo que, como ya lo buscaba desde hace algunos años, ya sabe cuáles son las necesidades de la localidad y de la población, pero no solo eso, sino que debe tener una solución al respecto ya planificada.
Y es que ya han pasado 22 días desde que asumió el cargo. Casi un mes desde que se ungió como Presidente Municipal. Tres semanas desde que rindió protesta (porque es rendir, no tomar como usted lo dijo) y no hemos visto que presente un proyecto
de trabajo, un plan que determine qué es lo que va hacer.
Hasta este momento solo sabemos de algunos de sus planes, porque fue lo que comentó durante su campaña.
Y eso a duras penas, porque casi no propuso, se la pasó como artista y no como político en campaña y pocas son las propuestas que logramos saber de usted.
Tenga usted en cuenta que bailando no se gobierna. Que paseando en caballo no se gestiona. Que repartiendo besos y abrazos no se administra. Olvídese de que es candidato, ya no lo es, usted es alcalde y como tal debe comportarse.
No decepcione a la gente que lo apoyó. No decepcione a sus funcionarios (si es que son de usted y si es que no le renuncian antes). No decepcione a su familia, y mucho menos, no decepciones a quienes le tienen confianza.
No desperdicie esta gran oportunidad que el pueblo de Victoria le dio. No haga que se arrepienta y le dé la espalda. Gánese a los que no votaron por usted. Cálleles la boca a los incrédulos que no creen que usted va a sacar adelante a la Capital.
Ojalá, señor alcalde, ya se deje de cosas y comience a trabajar por Victoria.
EN CINCO PALABRAS.- Y aún quedan 1074 días.
PUNTO FINAL.- “Si no puedes gobernarte a ti mismo… ¿cómo sabrás gobernar a los demás?”: Confucio.
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