Este mes el kilo de gas Licuado de Petróleo (LP) volvió a rebasar los 20 pesos, registrando ya una alza constante en este año de más del 35 por ciento, situación que se ha vuelto insostenible para la clase trabajadora, que debe de invertir casi un 50 por ciento de su salario para la compra de este combustible.
“Ya es urgente que las autoridades pongan un freno a la escalada de precios en el gas doméstico, pues se está haciendo imposible la compra de cilindros completos, pues uno de 30 kilos rebasa ya los 601 pesos, optando la mayoría de la gente, incluyendo los comerciantes por adquirir la mitad de los tanques o menos”.
Expone Eduardo Rangel Lira, quien tiene un local de comida en la calle Altamira de Tampico, quien menciona que los aumentos al gas no han cesado, impactando de forma significativa la economía de las familias, “por eso es importante que actúe ya la Procuraduría Federal del Consumidor y verifique si se dan los kilos completos por parte de las gaseras”.
Tienen al consumidor muy castigado, afirma, “pues hay colonias donde no se ha puesto la infraestructura del gas natural por diversos factores, que sería una competencia para los abusos de las gaseras, que no dan los cilindros completos, al no existir ninguna inspección por parte de las autoridades sobre la distribución y manejo de este producto”.
El gas LP es para el 75 por ciento de los hogares su principal fuente energética, por lo que la Secretaría de Energía lo considera como “esencial en la vida diaria de los mexicanos”, teniendo las alzas un impacto relevante en la sociedad, por lo que se hace necesario que se controlen sus tarifas, pues actualmente está sujeto a la ley de la oferta y la demanda.
“Muchas familias en los sectores más marginados de la zona utilizan mejor la leña, al quedar fuera de su alcance la compra de este vital producto, debido a que los precios no tienen regulación de la Profeco y cada empresa alza los costos o llenan los cilindros según les conviene”, agrega.