Blanco Bravo sucede al perredista Graco Ramírez, quien no se presentó a la ceremonia de relevo de poderes ante el pleno del Congreso estatal.
La entidad ya ha sido gobernada por los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD). ‘‘Todos esos políticos han fallado’’, dijo una seguidora de Blanco Bravo, quien sólo cuenta con su fama deportiva y su trabajo como alcalde de Cuernavaca (2015-2018).
En su gabinete, Blanco incluyó a ex funcionarios de administraciones pasadas, así como al ex árbitro de futbol Gilberto Alcalá, en la Secretaría de Desarrollo Social. Versiones extraoficiales refirieron que incluirá en su equipo a dos de sus amigos y ex compañeros del equipo América: Germán Villa, como director del Instituto del Deporte, e Isaac Terrazas, al frente del fideicomiso del estadio Agustín Coruco Díaz, y como su vocero, Francisco Reyes Olvera, voz oficial del estadio Azteca.
A su secretario técnico en el ayuntamiento capitalino, José Manuel Sanz, lo nombró jefe de la oficina de la gubernatura; Alejandro Villarreal Gasca, ex tesorero municipal y encargado de finanzas en las administraciones de los panistas Marco Adame y Sergio Estrada, será el titular de Hacienda.
Como secretario de Gobierno quedó Pablo Ojeda Cárdenas, señalado por el gobernador de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares, como uno de los operadores políticos que formaron la red de corrupción del ex mandatario Javier Duarte de Ochoa.
La Comisión de Seguridad de Morelos estará a cargo del vicealmirante José Antonio Ortiz Guarneros. Por la mañana, Blanco Bravo pasó revista a la policía estatal en las instalaciones del C-5.
El relevo se realizó en la explanada de la Plaza de Armas General Emiliano Zapata, en Cuernavaca. Bajo una enorme carpa se congregaron unos mil 500 invitados especiales, además de cientos de personas que llenaron el zócalo y calles aledañas.
A la sesión solemne acudieron 18 de 20 diputados de la 54 Legislatura estatal. El gobernador entrante expresó su agradecimiento a los ciudadanos, a su familia, a los invitados y a López Obrador.
‘‘A nuestro presidente electo le reitero mi lealtad y compromiso por luchar siempre para mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos’’. También agradeció al PES por integrar la coalición que lo llevó al triunfo.
La ex ministra y futura secretaria de Gobernación Olga Sánchez Cordero acudió al acto en representación del gobierno electo; por parte del presidente Enrique Peña Nieto estuvo Eviel Pérez Magaña, titular de Desarrollo Social.
Entre los invitados especiales destacaron el gobernador de Chiapas y actual representante de la Conferencia Nacional de Gobernadores, Manuel Velasco Coello; el líder nacional del PES, Hugo Éric Flores; los ex gobernadores de Morelos Sergio Estrada Cajigal, Marco Adame y Jorge Morales Barud, así como los ex futbolistas Moctezuma Serratos y Luis Roberto Alves Zague, entre otros.
Sobre la administración que ayer recibió, Blanco Bravo manifestó que ‘‘hay mucho trabajo que hacer, cuentas por aclarar y justicia por hacer valer’’.
Detalló que, más de un año después del sismo del 19 de septiembre de 2017, aún hay familias en la calle; ‘‘en el sector salud no hay medicinas, no tenemos seguridad: hay morelenses que sufrieron asaltos, personas desaparecidas, padres que perdieron a sus hijos y mujeres cobardemente asesinadas. Eso va a cambiar’’, prometió.
En entrevista posterior, afirmó que su primera orden fue revisar a fondo las cuentas que dejaron Graco Ramírez y sus colaboradores.
Luego de la ceremonia, Blanco Bravo acudió al edificio de gobierno estatal, donde tomó protesta a los integrantes de su gabinete, a quienes exigió de nuevo conducirse con honestidad.