Zona Norte Tamaulipas

Yenni

Por Oscar Diaz Salazar

En algún lado, hace ya mucho tiempo, leí un texto que fue para mí muy aleccionador en el entendimiento del cambio en el carácter, la personalidad y el ánimo que experimentan los hombres que están en el proceso de volverse poderosos.

El escrito refería una conversación entre el presidente electo, Carlos Salinas De Gortari, y un empresario de la comunicación de los más influyentes del país.

– «Hablé con Otto» le decía el presidente Salinas, proponiendo una solución al interlocutor que había planteado un asunto relacionado con el trato que recibiría en el futuro gobierno.

– «Hable con Otto» insistía el presidente, ante la reticencia del magnate de los medios, a quien Otto le parecía «poca cosa»
– «Vea el asunto con Otto, y no vea en Otto lo que ha sido o representa, sino lo que va a ser conmigo», con estas palabras remató la platica Salinas.

Otto fue jefe de prensa en el gabinete de Salinas, fue también Gobernador de Aguascalientes y embajador en varios países. Actualmente es Secretario de Educación Pública.

Otto tiene talento, formación académica, visión política y conocimiento del tema que le encomendó el que aún es su jefe político. A Otto solo le faltaba el impulso de un líder político, y en el México de esos años no había más o mejor boleto de entrada a las ligas mayores que la relación con el presidente de la República.

Refiero lo anterior para decirles que los ottos que han reclutado los presidentes municipales, particularmente la de Reynosa, Maki Ortiz Domínguez, no han podido dar el estirón y ya resulta urgente que le llamen a otro, o para ser más precisos a otra.

La encargada de la oficina de comunicación social de la presidencia municipal es un personaje muy menor, una representante del lumpenperiodismo que adopta actitudes serviles con la jefa que le ha permitido, por primera vez en su vida, el desahogo económico, lo que coloquialmente se conoce como «comer con manteca».

El asunto no es la falta de ingresos, ni es mi intención hacer mofa de sus estrecheces económicas. El tema es que esa gratitud que la lleva a actuar en forma zalamera, quiere que también la adopten todos los periodistas que se refieren a su jefecita y que reseñan, comentan y critican la actuación de la presidenta municipal.

El relevo de la señora Yenni Gandiaga es urgente y necesario. Así lo exige el reto de construirle una imagen de alcances estatales a la Doctora Maki Ortiz, si le quieren entrar con seriedad al proyecto de impulsar a la presidenta de Reynosa a la gubernatura del estado. Se requiere también ese cambio para darle seriedad a la relación de la señora Maki Ortiz y de la institución que preside, con la prensa.

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