MATAMOROS, Tamaulipas.- Fue la decepción amorosa de verse abandonado la que llevó a vecino de Jardines de San Felipe a quitarse la vida.
Roberto Segura Martínez, de 34 años, era el nombre del depresivo sujeto que no soportó la tristeza de verse abandonado por su familia y decidió colgarse en la casa marcada con el número 142 de la calle Gloria en el citado conjunto habitacional.
En su declaración ante la Unidad General Investigadora en turno, Dominga Segura Rodríguez, hermana de Roberto, dijo que se sentía muy triste por la separación de su esposa y madre de sus dos hijas.
Señaló que había momentos en los que su hermano que vivía solo manifestaba tristeza, pero nunca pensó que se fuera a quitar la vida pues era joven y tenía mucho futuro por delante como trabajador de un comercio local.
La mujer solicitó el cuerpo de su familiar para darle sepultura y pudiera ser despedido por sus dos hijas.
