Carta abierta para AMLO
C. Andrés Manuel López Obrador Presidente electo de los E.U.M.
P r e s e n t e:
Motiva la presente carta, la confianza ciudadana expresada a su propuesta política el uno de julio ante las urnas, a fin de lograr para nuestro país la cuarta transformación, sustentada en la síntesis social del bienestar común de la población, sin distingos de condición social, género, credo religioso o raza.
Apropiándonos el derecho de miles de trabajadoras y trabajadores, derechohabientes del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado ( ISSSTE ) en Tamaulipas, nos dirigimos a usted para solicitar su atención y apoyo institucional, a la vez que expresarle nuestra más enérgica protesta por el pésimo, deficiente, insensible e inhumano servicio que este instituto viene prestando a quienes sus autoridades en ningún momento consideran como origen y sustento del mismo.
Tamaulipas es una entidad históricamente olvidada por las autoridades centrales del ISSSTE, razón por la cual padecemos una infraestructura clínica y hospitalaria insuficiente, vieja y obsoleta, donde no se cuenta con médicos especialistas suficientes, camas, personal de enfermería especializada, además por supuesto, de una carencia total de medicamentos del cuadro básico y de manera especial los correspondientes para diabéticos e hipertensos.
En Tamaulipas, los trabajadores y trabajadoras federales y del Estado, adscritos al ISSSTE, no contamos en las ciudades con población menor de 50 mil habitantes, con clínicas, médicos, ambulancias, teniendo sólo un consultorio con médico cuyas horas de servicio diurnas hacen imposible la atención vespertina y nocturna, por lo que los casos de urgencias deben de ser resueltos a costa del sufrimiento y economía familiar, estando con frecuencia en riesgo la vida del enfermo, por las complicaciones para el traslado y atención inmediata.
Las trabajadoras y trabajadores de Tamaulipas, señor López Obrador, solicitamos a usted de manera respetuosa, la atención prioritaria de su gobierno al estado de vulnerabilidad en el que se encuentran nuestras familias y nosotros mismos, partiendo de la base de que como trabajadoras y trabajadores, aportamos rigurosamente del salario las cuotas correspondientes, a las cuales no se suman las de la autoridad federal que como patrón le corresponden, disponiendo en cambio de ellas como parte de la “caja chica” de los regímenes en turno, lo cual hace imposible una atención de calidad para los derechohabientes.
Señor Presidente electo AMLO, enfermarse en Tamaulipas, es de alto riesgo, además de indignante y humillante para nuestra condición humana, que se obliga a mendigar la atención médica y los medicamentos que por derecho nos corresponden, toda vez que si un enfermo requiere atención especializada debe esperar en no
pocas ocasiones hasta un año para ser atendido bien en Monterrey o Tampico, únicos hospitales regionales, que por razones obvias están saturados en su capacidad de internamiento y atención.
En Tamaulipas, señor López Obrador, y no es un mal chiste, los trabajadores adscritos al ISSSTE, requerimos tiempo para morir, en razón a la agenda de citas con los médicos especializados, al igual que la paciencia necesaria para juntar o pedir prestado a fin de poder comprar los medicamentos… al mismo ISSSTE y su mercado negro.
Lo saludamos cordialmente, con las esperanzas puestas en un gobierno más humano y justo, que en sus instituciones de salud privilegie la atención oportuna, digna, efectiva y respetuosa para quienes constituimos el sostén financiero de las mismas, puesto que no pretendemos nos regale nada, más allá de su atención al respeto de nuestros derechos, uno de los cuales, el derecho a la salud, el ISSSTE y sus autoridades lo violentan diariamente.
Gracias señor; estamos con usted y la cuarta transformación de México.