Ricky Rickín Canallín y la Poquianchis…
José Ángel Solorio Martínez
Si cree, que Ricardo Anaya es el prototipo de la corrupción, el cinismo y la desfachatez en el Partido Acción Nacional, está usted equivocado. En Reynosa, Tamaulipas, también se cuecen habas. Y más grandes que las del queretano. Y más pútridas, que las del candidato presidencial azul. Y más evidentes, que los decires de los Barreiro.
Maky Ortiz Domínguez, es la campeona de la deslealtad al PAN y de la deshonra ciudadana en la comarca.
No existe en Tamaulipas, -y es muy probable que a cientos de kilómetros a la redonda- un Ayuntamiento que tenga en su haber a tanto prófugo de la Justicia y a tanto malandro y malandra –para ser justos y equitativos en los asuntos de género-.
Primero las damas.
En la Tesorería, tiene como titular a la licenciada Esmeralda Chimal. Ésta dama, se ha caracterizado por traficar con sus influencias. Tiene hermanos y otros familiares, en la inflada nómina y a la vez compra a proveedores con precios abultados: pagó lámparas de 300 en 2 mil pesos.
Se le comprobó –a decir del Síndico perredista, Alfredo Castro Olguín- que ha malversado fondos por más de 12 millones de pesos.
Anda con un amparo en su bolso para evitar ser encarcelada.
La Jefa de prensa del Ayuntamiento, Yeny Gandiaga, cobra doblemente; se embolsa emolumentos, por facturas que ella misma emite –acto prohibido por la ley de Servidores públicos- y cobra como empleada del municipio.
Este caso ya ha sido documentado por diversos medios suficientemente.
La Contraloría municipal y la estatal, no han dicho nada al respecto de la flagrancia con que Gandiaga se apropia de recursos públicos en forma irregular –eufemismo para no decir, ilegal-.
Existe –se presume- una averiguación penal en su contra.
La síndica Zita Guadarrama, también está en la lista de las infractoras de la Ley. Castro Olguín mantiene una acusación de mal uso de fondos municipales.
En su más intima cercanía, tiene a su esposo Carlos Peña. Posee una indagación por lenocinio.
Su hijo Carlos Peña jr, anda en las misma, se le acusa de malversar fondos en el DIF para su provecho personal.
Hugo Ramírez Treviño, Secretario Técnico del Ayuntamiento estuvo encarcelado por falsificar firmas. Sigue el proceso penal en su contra. La alcaldesa Maky, lo mantiene como burócrata.
La alcaldesa misma, anda amparada ante el temor de que la Contraloría y la Procuraduría de Tamaulipas actúen contra ella por el uso a discreción que ha hecho del presupuesto y del erario públicos.
Sus intentos de reelección, se ven más bien como la búsqueda de fuero –los ediles cuentan con esta prerrogativa legal- para evadir la acción de la Justicia.
¿Ricky Rickín Canallín?..
Un bebé, al lado de la banda capitaneada por la makyavélica Poquianchis…