Diversas encuestas sobre preferencias electorales predicen que después del 1 de julio en México tendremos al PRI más débil de toda la historia, para que se dé una idea de lo que le hablo, podría convertirse en algo así como lo que es en Tamaulipas el Partido Verde, el PES, PRD o PT.
El odio que carga a cuestas el PRI le provocará derrotas en sus candidatos al Senado en casi los 32 Estados del país, de sus candidatos a Diputados serán contados los que puedan llegar por la vía de mayoría al Congreso y el panorama es el mismo en todas las Entidades.
En Tamaulipas, por ejemplo, solo los candidatos a Senadores del PRI piensan que pueden ganar porque en la calle son muy pocos los que ven esa eventualidad, en encuestas diversas apenas les dan de un 9 a un 15 por ciento de preferencias muy por debajo de Morena y el PAN que serán los partidos que se disputen la mayoría.
También están apareciendo mediciones de los Distritos para más o menos intuir como quedarán el 1 de julio aunque estos se siguen guardando con mucho celo, o quizá es que nadie se atreve a creer lo que se está viendo y hay reservas sobre los números.
Las mediciones para las alcaldías serán más complicadas, son muchos factores los que influyan pero desde ya puede ir apostando a que en Tamaulipas el PAN y el PRI no tendrán el éxito de la elección inmediata anterior, puede que ganen los mismos puestos en disputa, puede que no, pero la certeza es que no alcanzaran los mismos votos del 2016.
Ahora, contrario a lo que piensan muchos la debilidad del PRI, o la de cualquier otro partido político, no es conveniente para el Estado ni para el país, le quita un contrapeso a cualquier sistema político y puede llevar a los gobernantes a la tentación de cometer actos autoritarios de gobierno.
El problema es que parecen no existir formas de defender al tricolor o revivirlo, el daño para la elección que viene está hecho y puede ser todavía mayor si los partidos de Morena y el PAN se aplican, los pueden desaparecer.
¿A quién beneficia que el PRI esté a punto de la extinción?, en el Estado es obvio que a Morena, los dejan acaparar todos los votos de odio al sistema o de quienes se traguen el cuento de que en realidad son una oposición para Peña Nieto o el gobierno estatal, en México al PAN que logrará unir al voto útil a su favor.
¿Le queda tiempo al PRI para recomponerse?, la verdad es que no, por lo menos no en las circunstancias en las que están compitiendo, sin el dinero que gastaban antaño, sin los apoyos que podían repartir, por si eso fuera poco van contra candidatos muy inflados por los efectos de los aspirantes a la presidencia de la República y el Meade no prende, no termina por rebasar el 16 por ciento del atractivo.
Hasta hoy la única forma de que pueda revivir el PRI es que Morena o el PAN los utilicen y puedan ayudarlos a recuperar los votos y quitarle los mismos a sus contrincantes, que les pudieran dar respiración de boca a boca como estrategia propia por lo menos en municipios donde ahora no pintan como puede ser Reynosa, Nuevo Laredo, Madero, Altamira y otros 20 más.
Pero no, no se ve quien pueda o quiera apoyarlos, al contrario, parece que la intención es ayudarles a morir por lo que todo indica van a morir, en pocos meses veremos otras fuerzas que lleguen a la competencia, bueno, eso ocurrirá si las cosas siguen como ahora, le insisto, porque a menos que les llueva un costal de billetes que les permitan operar como antes, que les ayude a recuperar operadores políticos y líderes de colonias que les acercaban los votos de la gente enojada no se ve cómo y no, no se ve posible ese milagro por lo que ya veremos quienes salen beneficiados con su desgracia.
