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Tamaulipas, a seis semanas de la elección…

A seis semanas de que concluyan las campañas electorales, Tamaulipas presenta un escenario inédito:
1.- Las campañas presidenciales, -a decir de varias encuestas- las está encabezando en preferencias el candidato de MORENA, Andrés Manuel López Obrador. En un segundo lugar un tanto cercano -12 puntos- está el aspirante del PAN –para evitar confusiones porque el PRD y el PC, perdieron identidad y se transformaron en azules- Ricardo Anaya. Y en un muy lejano tercer lugar, -casi 10 puntos abajo del segundo lugar Anaya y a más 20 puntos de distancia del puntero López Obrador.
La medición de fuerzas entre AMLO y Anaya en el sur del estado –el panista reunió más de 10 mil simpatizantes en su visita a Tampico; López Obrador, más de 15 mil en Playa Miramar- es el reflejo de los 12 puntos que existe entre ambos.
Pelea cerrada. Porque esos puntos de diferencie entre la Izquierda y la Derecha, se pueden decantar con la estructura gubernamental y los recursos de un PAN tamaulipeco proveniente de una campaña exitosamente ganadora: la del 2016 con la cual ganó la gubernatura.
El PRI, está en la lona. Ni en sueños, José Antonio Meade es capaz de convocar a los 10 y 15 mil de Anaya y AMLO en el septentrión tamaulipeco.
En concreto: la competencia por la Presidencia de la república, -con una holgada ventaja para el Peje- es entre el tabasqueño y el queretano.
2.- La disputa por las Senadurías, hay que ubicarla entre los candidatos del PAN y los de MORENA. Las mediciones más serias –Hora Cero, SDP, Mitosky y otras- ubican a la cabeza de la pelea al panista Ismael García Cabeza de Vaca. En un cercano segundo lugar -12 puntos atrás de Ismael- la propuesta de MORENA, Américo Villarreal Anaya. Y en un distante tercer lugar a la priista Yalheel Abadala: más de 15 puntos abajo del segundo lugar.
Cabeza de Vaca va en punta, muy probablemente, porque arrancó con el bono democrático de su hermano –el gobernador- en la bolsa. La marca, le ha ayudado. Aún no se disipan –al menos totalmente- los vientos de cambio. Las mediciones en el escenario nacional, ubican al Ejecutivo estatal tamaulipeco como uno de los mejor evaluados entre los gobernadores del país.
Y eso, sigue siendo la más favorable divisa para Ismael.
El doctor Villarreal Anaya, trae la marca de su padre el ex gobernador Américo Villarreal Guerra y la de AMLO que en mucho lo ha apuntalado. No tiene experiencia política, pero a cambio es el candidato que menos negativos arrastra en esta justa por el Senado.
Los priistas están para llorar. Remolcan, el desprestigio de un PRI regional cuyos ejemplos más cercanos son dos gobernadores presos por hurtar el dinero de los ciudadanos tamaulipecos. A ello suman, la insípida campaña del candidato presidencial Meade. Dos lastres muy pesados y densos.
Abdala, encabezará la tragedia más grande del PRI en Tamaulipas.
Peor que la de Labastida.
Y pior –más grave, que peor- que la de Roberto Madrazo.
3.- La lucha por las 43 alcaldías de la entidad, será la grande sorpresa de esta contienda. En la mayoría existe una gran competencia. Y es de tres: PAN, PRI y MORENA, en diferentes posiciones.
El PAN, por la estructura gubernamental; el PRI, por su tradición de gobierno y su capacidad para generar redes clientelares y MORENA por la ola lopezobradorista que puede volcar escenarios que damos por muy hechos.
En Nuevo Laredo, hay tiro –como dice JC-: PAN contra MORENA. En Reynosa, hay riña: PAN contra MORENA. En Río Bravo, PAN contra PRI. EN Matamoros: PAN contra PRI. En San Fernando: PRI contra PAN. En Victoria: PRI contra MORENA. En Mante: PAN contra PRI.
En el sur, la guerra está de pronósticos reservados: en Madero: MORENA contra PAN. En Tampico: PAN contra PRI. En Altamira: PAN contra MORENA.
En seis semanas, veremos que nos depara a los tamaulipecos…
…en los próximos seis años.

 

 

 

 

 

 

José Ángel Solorio Martínez

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