Opinión con sentidoPolítica

De Pascual Ortiz Rubio a Manuel López Obrador la Nomenklatura siempre ha estado presente

Por: Vicente Hernández

“En el gallinero de la política, la gallina más alabada no es la que pone el mejor huevo sino la que mejor sabe cacaraquearlo”
«Plutarco Elías Calles»

El triunfo de Andrés Manuel López Obrador en 2018 parecía ser un parteaguas en la historia política de México al arrebatarle electoralmente al PRI la presidencia de la república, aunque ya Vicente Fox Quezada se había llevado primeramente la gloria de haber derrotado a un PRI, y a sus antecesores que gobernaron México de manera ininterrumpida durante un poco más de 70 años, desde el primer candidato que compitió y ganó bajo las siglas del PNR en 1930, Pascual Ortiz Rubio, hasta su primera derrota oficial en el año 2000, y subrayo que parecía ser un “parteaguas” al igual que también lo pareció el sexenio de Luis Echeverría Álvarez, (1970-1976) quien impulsó un acercamiento diplomático a sistemas comunistas, como China, pero nunca se definió como de izquierda, aunque algunas decisiones, acciones o posiciones, así parecían demostrarlo.

Conforme avanzaba en sus inicios el sexenio de López Obrador, los políticos que se sintieron damnificados por el cambio de régimen, sobrevivieron alimentando la ilusión de volver a los tiempos (al menos en teoría) de Luis Echeverria, o José López Portillo, cuando el saqueo institucional alcanzo su máximo nivel, estos políticos se encontraban agrupados en lo que comúnmente se conoce como “el hampa política” o como bien lo bautizo el ex presidente Carlos Salinas de Gortari: “La Nomenklatura” quizás la misma a la que hace poco tiempo Ricardo Monreal acuso de oponerse a su candidatura presidencial, nombrada así, en alusión a las pandillas de la alta burocracia en la Rusia comunista, quienes secretamente se apoderaron de la fabricas, las minas, el petróleo, y los principales bienes de la Unión Soviética como actualmente los consentidos del gobierno lo están haciendo.

De la Nomenklatura en México (que realmente existe en este 2024) se tienen solo algunos vagos datos sobre su nacimiento, algunos historiadores y analistas políticos la ubican en el año de 1928, cuando la muerte del presidente Álvaro Obregón elimino abruptamente al caudillo que repartía el botín gubernamental entre los altos funcionarios, militares, gobernadores, legisladores, burócratas de alta y media categoría, y a los caciques regionales que tan buen servicio le prestaban a la clase gobernante de ese entonces. A raíz de esa ausencia del reparto de la riqueza nacional, se temieron enfrentamientos entre los que los que salieron afectados por no recibir mas prebendas como estaban acostumbrados, y el recién encumbrado en el poder Plutarco Elías calles, pero no fue así, y en una sorpresiva demostración de cordura y unidad al nuevo mandatario, conciliaron intereses, y en masa se afiliaron al recién fundado PNR, abuelo paterno del hoy casi desaparecido PRI, entonces una vez afianzados en las entrañas del partido, aceptaron que fuese en el secreto de este, donde se asignaran los cargos públicos, se orquestaran las corruptelas, y se castigara a los indisciplinados, asimismo se acordó que ese instituto asignara por respectivos turnos, un presidente de la republica a las tres facciones en la que estaba integrada la entonces también reciente “Familia Revolucionaria”.

Las facciones que integraban esta prospera familia, estaban compuestas por los Obregonistas, los Callistas, y los llamados “Socialistas” esta ultima compuesta por caciques estatales, así que estas facciones vendrían a ser lo que todavía hace años se conocía como los tres sectores del PRI: el popular, el obrero, y el campesino, de esta manera entre turno y turno, los grupos recibían acomodos administrativos, gobernaturas, curules, y otras prebendas, mientras les tocaba el “premio gordo” estos arreglos entre familias, eran similares a los que celebraban las familias Sicilianas en Italia, entonces lo que en un principio se temía que los grupos se disputaran a balazos el botín, creando con esto una barbarie, termino en un amistoso arreglo que perduro durante muchísimos años.

Gracias a todo lo anterior, México creció, y creció, con una aparente paz social, y todo estallido de insurrección (Rubén Jaramillo) o emancipación (Lucio Cabañas) fue sofocado y acallado por las diversas policías (Jueves de Corpus) y grupos paramilitares (Dos de Octubre) de una manera rápida y eficaz, pero junto con el crecimiento del país, también creció el numero de miembros de la Nomenklatura, sumando miles y miles de politicastros, que se adherían para reclamar su tajada de pastel, así que cuando Luis Echeverria llega a la presidencia de la republica en 1970, se encuentra con una Nomenklatura muy fortalecida y voraz, que obligaron al mandatario a fabricar dinero sin ton, ni son, lo que le llevo a desencadenar una de las peores crisis financiaras, de la cual aun en este 2024 todavía no logramos reponernos, actualmente y pese a la supuesta “Cuarta Transformación” la Nomenklatura esta viva, y al acecho, pero al igual que su contraparte “El Yunque” (del cual me ocupare en otro artículo) la organización secreta de distinguidos miembros militantes del PAN, los que integran estas dos fraternidades niegan su existencia, y serán como las cucarachas que después de la destrucción del mundo actual, serán las únicas (o únicos en este caso) sobrevivientes.

El anterior repaso sobre la historia política de México, nos debe de invitar a reflexionar, ya que este próximo dos de junio, tendremos la oportunidad de acudir a las urnas electorales para hacer valer el derecho que tenemos como mexicanos, de elegir a nuestros próximos gobernantes, sean amarillos, guindas, azules, tricolores, verdes, o naranjas, pero que lleguen a gobernar, y no a saquear, a dividir, a vengarse, o a engañar a su pueblo, alguien dijo que la boleta electoral es el arma con la cual el pueblo acaba con la imposición, y del más de lo mismo, y esa arma será suya el 2 de junio ¡¡Úsela!!

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