Opinión con sentido

EL «ARABE» JAIBO

Cd. Victoria, Tamaulipas.- Ya está listo para ir a la tercera batalla que puede ser la definitiva. Se va como jefe al edificio municipal o a seguir fabricando uniformes y pantaletas para mujer número extragrande.

Bien que conoce el sabor de la derrota. Ya mordió dos veces el polvo salitroso de Tampico ¿Va por la tercera? Quién sabe. El respetable lo decidirá.

Jesús Antonio Nader Nasrrallah, mejor conocido en la zona sur como El Árabe, anda en plena precampaña. Ya integró su planilla y elabora la estrategia de proselitismo en base a la experiencia que lo hizo perder.

El PAN tampiqueño es la cuna del panismo tamaulipeco y nacional. De ahí salió el primer candidato a diputado federal azul. Han tenido administraciones suyas, si bien no al hilo, alternadas.

Es buen candidato. Sin embargo en los últimos años la clientela panista se ha visto disminuida y Don Jesús podría quedar en el intento de administrar el puerto. La creciente ola pejista alborota las comunidades descamisadas de la mancha conurbada del sur.

Don Chucho ganó una, la de diputado federal por mayoría. Lo fue en la LIX legislatura (2003-2006), un garbanzo de a libra que le movió el gusanito de la política y le invirtió algunos millones que le sobran.

En el  2004 sufrió su primera dolorosa derrota. El proselitismo apenas le generó 51 mil 393 votos, en tanto que el opositor tricolor recibió la voluntad de 64 mil 200 almas jaibas. Fernando Azcárraga López se alzó con el triunfo.

El muchacho, egresado en administración de empresas por el Instituto de Estudios Superiores de Tamaulipas, se quiso sacar la espina tres años después y siguió el mismo camino del fracaso.

Prácticamente fueron los mismos votos. Como si mantuviera una clientela cautiva, o que los votantes fueran sus empleados, Nader alcanzó 51 mil 393 a su favor. Perdió 400 sufragios ¿Seguirá bajando en el 2018?.

Más tarde registró momentos de gloria pírrica cuando se desempeñó como delegado del Seguro Social. Uno de sus propios compañeros de partido, senador, José Julián Sacramento Garza, pidió su inmediata destitución por corrupto. Lo hizo desde la tribuna del Senado y dio pelos y señales de los actos ilícitos.

Mientras la comunidad árabe libanesa y sus empleados sean los que voten por él, y no las clases desposeídas, los sufragios nunca le serán suficientes para ir al sillón del viejo palacio municipal.

Las exigencias son cada vez mayores y el PAN no crece lo suficiente en el puerto.

Hace dos años el voto azul fue de 59 mil cien votos, que no le alcanzaron a  Germán Pacheco para ser la autoridad municipal. Le ganó Magdalena Peraza con casi 61 mil 500.

Hablando en plata limpia, Don Jesús debió haberla pensado dos veces antes de irse a guerrear la conquista del polo sur cuerudo.

Tan bien que estaba en un puesto de primer orden en el gobierno, tranquilo, con tiempo suficiente para atender sus negocios que le dejan ingresos millonarios.

Mal momento cuando surge una pejemanía que, en su chauvinismo, es incapaz de tragar a los árabes.

Nada le costaba esperar al siguiente trienio, ahora sí con la suficiente logística para enfrentar los desafíos de una elección.

Pero bueno, ya lo veremos en el campo de batalla. Todavía no conoce a los gladiadores a los que se va a enfrentar. El PRI-Verde no ha dicho si mantendrá a su fajadora Magdalena Peraza que un día se la prestaron al bando azul para que probara las mieles del triunfo.

Tampoco Don Peje ha destapado a su gallo de los tantos ofrecimientos que tiene. Los “chapulines” están a la orden del día.

Si el fenómeno morenista azota con sus vientos la zona sur,  es posible que los hoy partidos mayoritarios pierdan lo que fue el feudo quinista Tampico, Madero y Altamira.

En su fábrica de ropa de Tampico podría estar más tranquilo ganado dinero y sin desaguisados, sin tronarse los  dedos pensando en una posible victoria o derrota.

Por el 2012, cuando era delegado del IMSS, declaraba a la Contraloría ganar como funcionario un millón 175 mil devaluados por año, en tanto que los ingresos de sus negocios sumaron más de cuatro millones.

Dejamos que el tiempo nos lo diga. Si gana, es que venció la maldición de que los árabes jamás llegarán a la presidencia tampiqueña.

Si pierde es el adiós al gusanillo de la política que le nació por 1999 cuando representó al grupo Amigos de Fox. Sería imposible que regrese a guerrear por una cuarta oportunidad.

Una cuarta no la aguantó Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano ni la aguantará López Obrador.

Si hablamos del IETAM, este miércoles tendrá reunión de consejo general bajo la presidencia de Miguel Ángel Chávez García, recién nombrado como titular del colegiado.

Entre los puntos principales a tratar se encuentra el proyecto de acuerdo para darle garrote a lo que sería el llamado partido Impulso  Humanista Tamaulipeco. El veredicto es que “no pasó” la prueba de intención.

Por el mes de abril del 2017 el Instituto le dio el visto bueno para que realizara asambleas de apoyo, 15 distritales o  29 municipales. Al parecer no les alcanzó la lana a sus gerentes.

Llegó a pensarse que se trataba de la “CNC panista”. Los representantes del PH son los mismos de aquel llamado UNIMOSS, Leandro García Molina y Porfirio Hernández Escobedo, que tantas malas notas aportaron durante los gobiernos federales panistas.

El año pasado el IETAM le dio garrote a otros tres partidos, Alianza Ciudadana Tamaulipeca, de Mauricio Cerda Galán y asociados, al Movimiento Nuevo Santander y al llamado Partido Joven. Solo pasó la primera prueba el Humanista.

Al desaprobarse por parte de la autoridad electoral, significa que en el 2019 solo competirán por las diputaciones locales los partidos nacionales.

El Gobernador Francisco García Cabeza de Vaca se hallaba en la frontera para arrancar la segunda etapa del programa Unidos por Reynosa.

Publicó en redes que el Gobierno del Estado destinará 300 millones de pesos más para cumplir los objetivos en materia de seguridad, espacios públicos, salud, bienestar e infraestructura, con lo que suman 800 millones para combatir las causas del delito y mejorar la calidad de vida de las familias de aquella región.

 

 

 

Felipe Martínez Chávez

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