Reflexiones sobre las campañas y elecciones.
Por Oscar Díaz Salazar
Los panistas de Tamaulipas desperdiciaron un año en el que pudieron, y no lo hicieron, nutrir sus filas e incrementar su membresía con lo mejor, o «menos pior», del priismo, del partido que dejó en el desamparo «nominal» a miles de sus militantes y simpatizantes.
Los priistas que «saben hacer», que conocen las entrañas del gobierno, que tienen experiencia en el servicio público, que se prepararon académicamente para trabajar en la administración pública, que tienen ideas y talentos útiles para la sociedad, fueron relegados, despedidos, expulsados del gobierno, puestos en la cesantía, enviados a la banca.
Si bien se quedaron muchos priistas en el gobierno, – demasiados, a criterio de muchos panistas -, su permanencia en el gobierno obedeció a compadrazgos, recomendaciones, inercias, y comodidad de los nuevos jefes de oficina que no quisieron esforzarse en aprender lo necesario para hacer bien el trabajo, pudiendo utilizar los servicios de los que ahí estaban ya.
Les comento de esta posibilidad que desperdiciaron los panistas de reclutar lo mejor de los priistas, en un proceso razonado, analítico, pausado y de mucho fondo político, porque es interesante hacer un pronóstico sobre las opciones que tienen, de participar en política, esos priistas que se sintieron traicionados por su partido, de cara a las campañas que van a tener su momento culminante en la elección del 2018, en el que se renovarán los ayuntamientos de Tamaulipas, el Congreso federal y la presidencia de la república.
Auguro una participación importante en las filas morenistas, de los activistas políticos de Tamaulipas que entraron en receso al triunfo del PAN. Algo similar debe ocurrir con los votantes que tradicionalmente votan contra el PRI, sin que necesariamente tengan afinidades sólidas y permanentes con el PAN. Ese voto anti PRI, que capitalizó en las últimas dos décadas, en nuestro estado, el Partido Acción Nacional, es previsible que se canalice hacia el partido que ocupa el casillero de rival, y de opción de cambio, en la percepción de los votantes.
Considero que es difícil para los panistas convocar a más simpatizantes y activistas, que no son militantes suyos, a participar en sus campañas, pues no tiene credibilidad, ni puede ofrecer a futuro, quien ya tiene el poder y el gobierno.
Complicado la tiene el PAN pues los votantes ya les dieron la oportunidad de ser gobierno, y el resultado que ofrecen a los electores es malo. Bueno fuera si estuvieron dando «más de lo mismo»… Lo que hemos visto, hasta ahora, es «menos de lo mismo»
