Este 2018 será un año de importantes decisiones políticas, a través del sufragio popular, que involucran a prácticamente toda la población de México. De acuerdo con la página correspondiente del Instituto Nacional Electoral (INE), el año que inicia el lunes próximo se elegirán presidente de la República, 128 cargos a senadoras y senadores de la Cámara Alta y 500 cargos de diputadas y diputados de la Cámara Baja; así como elecciones locales a nivel de gubernaturas y/o presidencias municipales en casi todos los estados que integran al país, con excepción de Nayarit y Baja California.
Otro escenario es el del cambio de timón (antisistema): En el extremo contrario a la continuidad, el partido Morena, con su extraña coalición (con el Partido del Trabajo y Partido Encuentro Social), logra arrebatar la presidencia del país e impulsar el cambio de rumbo, pero no logra obtener la mayoría de los escaños en el Congreso de la Unión (ambas Cámaras). Escenario complejo y adverso para una eventual presidencia de la República de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), que estaría acotada o limitada, en una coyuntura difícil, marcada por una oposición exigente y combativa, encabezada por el priísmo y las fuerzas agrupadas en el denominado: México al Frente (PAN, PRD y MC).
La base argumentativa de este escenario, es el hecho de que Morena y sus aliados no tienen fuerte presencia electoral en diversas regiones del país. Por lo anterior, Morena sólo alcanza a ganar la Jefatura de Gobierno de la CDMX y una cantidad importante de presidencias municipales. Lo contradictorio de esta situación es que, para aterrizar los cambios, es necesaria una mayoría en el Congreso.
Un tercer escenario sería el de la continuidad moderada (funcional y sistémica): La tercera vía estaría representada por una Ricardo Anaya que gana la presidencia de la República, sin obtener la mayoría en el Congreso de la Unión, aunque el Frente colaboracionista (PAN, PRD y MC), obtiene una tercera parte de los escaños en el Congreso, que no le alcanzaría para obtener mayoría en el Poder Legislativo. No obstante, el Frente gana y obtiene mayoría en más de 20 elecciones locales. Morena, en este escenario, gana la CDMX.
Digo que este tercer escenario es funcional y sistémico, debido al papel jugado por el PAN, sobre todo, cuando ocupó la jefatura de las instituciones del Estado, desde el Ejecutivo Federal (Vicente Fox 2000-2006 y Felipe Calderón 2006-2012)
El cuarto escenario es el de la continuidad apartidista (funcional y sistémica), que aparecen un tanto lejanas de las posibilidades de triunfo; aquí estarían ubicados los llamados «candidatos independientes». El Bronco Rodríguez y Margarita Zavala son los más cercanos al registro en la boleta electoral del 2018, por lo que, ambos, serían los representantes protagónicos de un escenario como éste. Es claro que, si alguno de ellos gana la presidencia de la nación, su base social y política no les daría como para obtener mayoría en los escaños del Congreso, ni cuentan con la estructura territorial y operativa para ganar en las contiendas locales. Así es que, en este escenario poco factible, se visualiza una presidencia controlada y sin equilibrios políticos adecuados.
Como puede desprenderse de este análisis general de los escenarios políticos del 2018, la moneda está en el aire. No hay nada definido para nadie. La voluntad popular se mostrará en julio próximo y será ella la que determinará los escenarios políticos reales. Incluso, podríamos decir que, a partir de los escenarios trazados en este comentario, se pueden desprender y generar algunas combinaciones que rompan con todos los esquemas.
En fin, mientras tanto y antes de vivir los sucesos que se avecinan en lo político, envío un abrazo a las lectoras y los lectores de SDP Noticias en este fin e inicio de año. Felicitaciones desde aquí para todos.
