Ustedes disculpen señores granujas por relacionarlos con estas dos lacritas locales, no hallamos dónde meternos de la vergüenza que nuestro desbarro nos provoca.
Perdónenos maleantes en general por tan raspa comparación, nuestra dispensa va para Raffles, Fantomas, Arsenio Lupin, Chucho El Roto, Robin Hood y Clyde…
… Así como para los nunca bien ponderados, Butch Cassidy y Sundance Kid, para Jesse James, Billy The Kid, John Dillingee, Sir Francis Drake, Dick Turpin, Vincenzo Peruggia…
… E igual descargo nos merecen por tan chafo parangón, el pobre de Al Capone y nuestros mexicanísimos Daniel Arizmendi López “El Mocha Orejas” y Alfredo Ríos Galeana.
Han de eximirnos por compararlos con este par de facinerosos de poca monta, mezclarlos con estas ratas de baja estofa, compulsarlos con malhechores de pacotilla, empiojarlos con dos rufianes de siete suelas, igualarlos con malandrines de quinto patio.
Nos referimos a “Los Caquitos” de nuestro terruño, uno con el mote de “El Chómpiras” y el otro con apodo de “El Peterete”, aquel como goberladrón de Tamaulipas, éste como alcachofa de Nuevo Laredo.
Y es que ni la lista completa de aquellos respetables truhanes, juntando sus fortunas mal habidas, puede equipararse a la de nuestro muy tamaulipeco dúo dinámico de “Maman y Roban” (versión corregida, aumentada y descompuesta, de Batman y Robin).
Este par de cánceres, sí han robado, lo siguen haciendo y lo harán más, uno hasta el último de septiembre el otro hasta muy entrado el otro año.
El de casa lleva cuatro años y cinco meses dejándose caer, sólo que hoy se separará 90 días del cargo -que no de la caja de las galletas-, pero ya ha jurado regresar el 7 de junio, para seguir su manoteo vil hasta el 30 de septiembre, pues tiene que trabajar sobre casi 16 mil
millones de pesos que no a todo ese tesoro les ha puesto las manos.
Al otro le faltan dos años más, ese está más canijo, porque roba parejo, lo hace por toda la entidad, birla a indios y a vaqueros, sablea a moros y a cristianos, les aplica el dos de bastos a tirios y a troyanos.
CHIRRIS REMANSO
Pero se vislumbra un rayito de luz en el negro y borrascoso cielo, pues déjenos decirles que estos dos pelafustanes que con su ambición y cero llenadera, nos tienen tan avergonzados ante la crema y nata de la delincuencia mundial, hoy están un poco distraídos de su única función pública que es la de robarnos.
Ambos están un tantito ajenos a su incansable tarea de esquilmarnos, ahora Tamaulipas y Nuevo Laredo, vivimos un espejismo, pues parece que estos dos tipos de cuidado, involuntariamente nos han dado un breve descanso.
El par de hamponcísimos luceros, hoy ocupan sus mentes en otros aviesos menesteres.
Gocemos coterráneos, que será tan corto esto, que ni lo sentiremos, o tal vez ni vaya a ser cierto.
Y es que nadie nos había robado tanto en tan poco tiempo, como estos dos.
Y es que mientras uno anda en campaña con su mariguano sueño de que nuestra gente lo quiere; el otro se preocupa más por no perder la zalea, ya que la fiscalía federal le nada por las corvas rascándole sus triquiñuelas y queriéndole echar el guante.
Feliz domingo pueblo, ah, como quisiéramos que se eternizara este lapso, que el tiempo y el espacio se detuvieran, aunque sea un breve “ratón vaquero”.
