Por Oscar Díaz Salazar.
Si damos por buena la expresión que nos dice que «en política no hay sorpresas, hay sorprendidos», no debemos esperar sorpresas en la designación de candidatos del PAN a los cargos de elección popular que estarán en disputa en 2018, particularmente en los casos de los Ayuntamientos.
Y para que no seamos sorprendidos al conocer la identidad de los candidatos del Partido Acción Nacional, veamos como operó esas designaciones el elector que ha definido en los últimos años las candidaturas del PAN a la presidencia municipal de Reynosa, y que ahora lo hará en la mayoría de los 43 Ayuntamientos:
En la definición del candidato del PAN que sucedería -en caso de triunfar- al ahora gobernador de Tamaulipas en la alcaldía de Reynosa, la postulación la pelearon el Doctor Alfonso de León Perales, en calidad de favorito, y el actual Secretario de Bienestar del gobierno de Tamaulipas, apuntalado por un grupo de empresarios patrocinadores del grupo cabecista. El representante del grupo empresarial que usufructuaba el negocio de la concesión de la recolección de basura, yerno de uno de sus integrantes, el regiomontano recién avecindado en Reynosa, Gerardo Peña Flores fue quien finalmente se quedó con la candidatura, pero no con la presidencia, pues fue derrotado por Oscar Luebbert Gutiérrez. La popularidad, la presencia, el carisma y los antecedentes de Poncho de León, fueron superados por la pre candidatura que tenía más soportes económicos.
Tres años después, la historia se repite con dos contendientes: uno en calidad de favorito, conocido, popular, con muchas probabilidades de ganar la elección constitucional: Raúl García Vivian. El otro aspirante era un compadre, vecino, amigo, patrocinador, con solvencia económica y cuñado de un personaje poseedor de una de las nuevas fortunas más sólidas de Reynosa. Me refiero al actual diputado Jesús Ma Moreno, emparentado con «Mister Tracotamsa», Rolando Cantú Barragán. La candidatura fue para el Chuma Moreno, quien resultó derrotado por Everardo Villarreal Salinas.
En esta ocasión también triunfo el aspirante que tenía mejor apuntalamiento económico, además de ser «compadre» del gran elector.
Para la siguiente elección se llamó nuevamente al Chuma Moreno, quien dejó en el camino, -a media elección-, al cuñado del actual gobernador, José Ramón Gómez. JR participó en este proceso por la libre, sin la tutela política del esposo de su hermana. La disputa por la candidatura panista fue entre dos personajes, Chuma y JR, que tenían sobrados recursos económicas para afrontar los gastos de campaña. Esta elección la ganó el PRI con José Elias Leal.
Para la elección del 2016, en la que se visualizaban muchas posibilidades de triunfo, por el arrastre que se esperaba le daría a quien fuera el candidato, la campaña a Gobernador de Cabeza de Vaca, las opciones eran una vez más el Chuma Moreno, que si bien llevaba varias derrotas, sus registros siempre fueron ascendentes. La otra opción, que no trascendió fuera del primer círculo del actual Gobernador, fue la de un político muy ligado a Cabeza de Vaca por vínculos afectivos: Miguel Villarreal Ongay.
Compromisos en la cúpulas partidista y la conveniencia de presentar una candidatura que no provocara temores entre los grupos empresariales locales, fueron dos argumentos para sacar de la manga la candidatura de Maki Esther Ortíz Domínguez. Una vez más, no llegó quien se consideraba favorito.
Con estos antecedentes no nos debemos sorprender si la candidatura del Partido Acción Nacional a la presidencia municipal de Reynosa se concede a:
A) El diputado Jesús Ma. Moreno.- amigo, compadre, aliado, y cuñado de Rolando Cantú Barragán.
B) Rolando Cantú Barragán.- patrocinador de las campañas del PAN… y del PRI. Empresario de ligas mayores que apuesta fuerte en el negocio de la política.
C) Ariel Longoria García.- amigo, colaborador cercano, confiable y discreto. De los meros amigos del gobernador, es el único que está en el gabinete. Sobrino del otro puntal económico del proyecto cabecista, de Ramiro Garza Cantú.
D) Ismael García Cabeza de Vaca. Al «Coyotito» de la familia García Cabeza de Vaca solo le quedó la opción de los cargos de elección popular y los partidistas, para participar en política sin incurrir en nepotismo.
