Nuevo presidente en el Trietam
Por Oscar Díaz Salazar
De manera muy discreta, sin que se escribiera o hablara mucho del tema, se realizó un cambio en la titularidad de la presidencia del Tribunal Estatal Elactoral de Tamaulipas.
Para operar el relevo en el «Trietam», y colocar a un personaje a modo, para servir al único poder que si puede, que realmente es poder en Tamaulipas, del poder ejecutivo, tuvieron que convencer de que dimitiera al cargo a Marcia Laura Garza Robles, quien era la presidenta que estaba en funciones y que debería permanecer en esa responsabilidad el tiempo necesario para resolver y finiquitar el proceso electoral del 2018 y sus secuelas.
Para llenar el hueco que con su salida generó Garza Robles, se convocó al abogado tampiqueño René Osiris Sánchez Rivas, un personaje que ha conseguido varias chambas importantes, con el viejo instrumento de la adulación, un arte que practica sin reservas y sin el menor sentido del decoro y de la dignidad.
René Osiris Sánchez Rivas es licenciado en derecho, egresado de la Universidad Autónoma de Tamaulipas. Al inicio de su trayectoria laboral, era cobrador y abonero de varias casas comerciales. Con el tiempo consigue hacerse «profe» (sería un exceso llamarle catedrático) de la facultad en la que estudió, y ahí es donde su suerte cambió al conocer a uno de sus alumnos que con el tiempo llegaría a ser diputado local y líder de facto de la camarilla que por varios años ha mantenido el control del PRD en Tamaulipas; me refiero a Cuitlahuac Ortega Maldonado.
René Osiris Sánchez ya tenía varios años residiendo en Querétaro, cuando recibió la llamada de su exalumno Cuitlahuac Ortega, para proponerle ser Consejero Estatal Electoral. En el sistema, -vigente aún-, de cuotas entre los partidos que tienen representación en el Congreso del Estado, y que se reparten los espacios en el Consejo Electoral, el PRD tenía en ese momento la posibilidad de hacer una propuesta para ocupar un asiento en dicho Consejo.
En ese esquema de cuotas y cuates, los partidos proponían, pero no debemos olvidar que el encargado de los asuntos políticos en ese tiempo, Ricardo Gamundi Rosas, se reservaba el derecho de vetar a las propuestas que representaban un peligro para el PRI – gobierno.
René Osiris Sánchez no tuvo ninguna objeción para ser Consejero. Llegó sin problemas y así transitó por esa experiencia en la que pasó sin pena ni gloria, bien alineado a los intereses del PRI.
El origen perredista – gamundista no fue obstáculo para que ahora el PAN lo encumbre a la titularidad del Tribunal Estatal Electoral, que por cierto ha sido una institución sumamente desacreditada, a la que frecuentemente le corrijen la plana en los tribunales federales.
La historia del origen del presidente del Trietam la conoce muy bien el jefe del poder ejecutivo de Tamaulipas, pues también formó parte de esa legislatura comandada por el Negro Gamundi.
No es el olvido ni el descuido lo que hizo posible que se encumbrara el zalamero aliado del grupo perredista que llamó delincuente, sinvergüenza, narcotraficante, bandido, etc. etc. al ahora Gobernador. No creo que sea amnesia. Es el interés y la conveniencia política que une a azules y amarillos, ofensores y ofendidos. Van juntos en la elección del 2018
