El Verde no quiere alianza con el PRI
Cosa rara, el Partido Verde no quiere hacer alianza con el PRI para el 2018. Al menos eso es lo que dice su vocero nacional, Carlos Puente.
Creemos que todo es una finta, al estilo Donald Trump: amenaza para conseguir más. Quiere que el PRI le otorgue más senadurías, diputaciones y regidurías pluris. Lo quiere doblegar, pero al PRI debería de tomarle la palabra, así podríamos conocer el peso real de este partido.
En Tamaulipas y en Nuevo Laredo, el Verde al PRI no le sirve de nada. Por el contrario, le sale muy caro. Encima, luego es traicionado. Lo vimos en la administración 2013-2016 en que el regidor del Verde, Juan Carlos Alexander no solo traicionó al PRI sino al propio Verde, pavoneándose de que no los necesitaba ni a uno ni a otro. De paso le sirvió de alfombra a Carlos Canturosas.
Y en la administración 2016-2018, el regidor del Verde, Rafael Tawill también le dio la espalda al PRI y a su mismo partido.
La regiduría del Verde se perdió. Y lo mismo ocurre con la regiduría del PANAL que ostenta Raquel Guajardo. A esta no la quiere ni su propio gremio.
El PANAL esta coqueteando con el Frente Ciudadano PAN-PRD-MC y para el priismo de Nuevo Laredo sería magnífico no hacer una alianza formal con ese partido. En todo caso le resulta más productivo hacer una alianza de facto con quien no ostenta la representación formal del partido, pero si tiene el control mayoritario del magisterio.
En otro tema, habrá que ver en qué termina la revisión de la Auditoría Superior del Estado, a las cuentas del 2014 a 2016 de los ex alcaldes Carlos Canturosas y Leticia Salazar. En conjunto se han detectado anomalías en el ejercicio de 2271 millones de pesos, de los cuales 900 corresponden a Nuevo Laredo.
En Nuevo Laredo en su momento se cuestionó la mala planeación y lo chafa de obras como la resbaladilla de la calle Héroes, la alberca olímpica, el parque peninsular. También nos vendieron la idea de que se construyó un hospital siquiátrico y resulta que las paredes de los cuartos de los pacientes eran de vidrio. ¡Una locura del arquitecto que lo planeó!
Hay que sumarle la construcción del parque Silao en el terreno de un particular; el robo de seis hectáreas de terreno junto al panteón municipal, propiedad de los masones de Nuevo Laredo; el ejercicio abusivo del poder en contra de Benigno Gutiérrez, a quien se exhibió como un pillo, él recurrió a la justicia y esta lo exoneró. Lo peor es la invención de un delito al abogado Juan Fernando Miranda, lo que lo llevó injustamente a la cárcel.
La administración 2013-2016 gastó millones de pesos en un intento para procesar al ex alcalde Ramón Garza Barrios por el asunto del drenaje pluvial y tuvo que venir el NadBank y gastar tres millones de pesos en una auditoría que concluyó que no hubo irregularidades
Estas obras chafas, estos abusos de poder, alguien los cometió y si viviésemos en un Estado de Derecho, se deberían castigar, pero no vivimos en un Estado de Derecho.
Ese ejercicio abusivo de poder fue el que permitió mudar la ubicación del monumento a Los Fundadores dizque para modernizar un tramo de la avenida Reforma y al final quedó igual o peor.
Raúl Hernández Moreno