¿Cuántos periodistas hay en Ciudad Victoria?
¿Cien, doscientos, quinientos…?
No es fácil precisar una cifra, porque hasta ahora nadie se ha puesto a inventariarlos. Incluso para hacerlo, se necesitaría discernir un aspecto esencial: de ellos, cuántos lo son por vocación y cuántos son simples corsarios del chayote.
Habrá quienes digan que para dirimir esta cuestión basta con revisar los periódicos de mayor circulación, así como los portales digitales mejor posicionados y de ellos extraer los nombres de quienes escriben columnas o gacetillas.
Así obtendríamos una cifra aventurada, y digo aventurada porque quienes no escriben en los espacios mejor posicionados se sentirían discriminados.
Para no caer en enredos y acercarme un poquitín a la certidumbre, escogería el camino más cómodo para el conteo que es el de tomar en serio y en cuenta a los comunicólogos que escriben con constancia y que, además, reflejan en sus textos un coeficiente intelectual (IQ) elevado y comprobable.
He aquí el dilema: ¿de los periodistas que podríamos calificar de genuinos por su perseverancia, cuáles son los más inteligentes?
Habrá quienes digan: Ah, pues los más inteligentes son aquellos que traen carros nuevos, laptops, desayunan en restaurantes caros con los políticos más prominentes o son invitados puntuales a las conferencias de prensa.
“Ah, no”, replicarán otros. “No se debe confundir la astucia con la inteligencia”.
Y aquí tendríamos que recurrir a lo que denominamos “El principio de Scherer”, para diferenciar a los periodistas exitosos. Tal principio dice:
“A mayor nivel ético, menor nivel financiero”, y a la inversa: “A menor nivel ético, mayor nivel financiero”
Pero dejemos a Scherer y las cuestiones éticas, para retornar al tema central que nos interesa:
¿Cuáles son los periodistas más inteligentes de Ciudad Victoria, cómo anda su IQ…?
Para establecer el IQ aproximado, hice un ensayo de evaluación a los textos de los editorialistas que escriben en los diarios de mayor circulación y portales digitales y en este repaso minucioso coadyuvaron dos maestros universitarios.
Había que contabilizar los vocablos que emplean en sus textos para determinar su dominio del idioma; además, definir su acopio cultural tomando en cuenta las variables temáticas y por último, sopesar su agudeza mental, esto es, su reacción analítica ante los sucesos relevantes.
Así que el IQ de los periodistas victorenses más cotizados se obtuvo en tres vertientes medulares: dominio del lenguaje, cultura general y pensamiento crítico.
El resultado final del ensayo arrojó los resultados previstos por los catedráticos universitarios: los más aptos para el oficio periodístico, los más calificados, los que poseen el IQ más elevado son paradójicamente los talentos menos rentables, dicho de otra manera, los que tienen un estilo de vida más modesto. (Esta apreciación arrojó algunas excepciones, porque algunos periodistas con IQ elevado sí le han encontrado a su talento el aspecto redituable).
(Mañana continuaremos con este tema, para explicar qué es el IQ y dar a conocer la lista de los periodistas victorenses según su coeficiente intelectual)
Omar Sáade
