Nacional

Álvarez Icaza declina aspiración presidencial para “no ser funcional al PRI”

Emilio Álvarez Icaza no contendrá como candidato independiente por la presidencia de la República en los comicios de 2018: “no vamos a caer en la estrategia del Modelo Atlacomulco de fragmentar y diluir el voto. La patria es primero”.

Esta mañana en una mensaje dirigido a la opinión pública en las instalaciones de la asociación civil AHORA, el también expresidente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) declinó sus aspiraciones de hace siete meses atrás para contender por la silla presidencial, en un ejercicio que calificó de congruencia.

Ante al menos 50 militantes, y acompañado de Alfredo Figueroa, exconsejero del Instituto Federal Electoral,  Álvarez Icaza explicó su decisión como un forma de “no ser funcional” a los intereses y estrategias del Partido Revolucionario Institucional (PRI), de quienes, según dijo, orquestan una campaña de fragmentación capaz de diluir el voto y con la finalidad para perpetuarse en el poder.

Ejemplificó con las candidaturas del senador independiente Armando Ríos Piter; el gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez, y el recién destape de Margarita Zavala, quienes a su parecer son “piezas clave, consciente o inconsciente del Modelo Atlacomulco que rompe y corrompe como una lógica de acción política para favorecer a Pena Nieto, el PRI y sus aliados”.

“No seré un candidato independiente más. La preocupación por el país y por la lucha por la democracia están por encima de cualquier interés personal y legítimo que sea”, afirmó.

Sin embargo el exombudsman internacional subrayó que su decisión no implica declinar en su lucha por sacar definitivamente del PRI  de Los Pinos.

“Una de mis prioridades será seguir construyendo la iniciativa AHORA, apoyando a los candidatos locales. Voy a seguir en mi férrea lucha por la democratización de México”, dijo.

Por ello, tras señalar que AHORA ya cuenta con un respaldo de al menos 95 mil simpatizantes en toda México y en 22 países, hizo un llamado a todos las fuerzas políticas que se autodefinen a favor de la “transición democrática y en contra de la regresión” a generar una agenda en común y un diálogo nacional.

“Este es un momento histórico para definir de qué lado estamos, si con la democracia y la justicia o con el autoritarismo y la regresión”, refirió.

Tampoco descartó encuentros con ningún partido político.

En su participación Alfredo Figueroa detalló que  AHORA -que apenas este 6 de octubre  se convirtió en asociación civil- apoyará el registro independiente de 50 candidatos a puestos de elección popular -como diputados locales, gobernadores y alcaldes- en 15 entidades del país.

Con postulantes  en Campeche, Chiapas, la Ciudad de México, Guanajuato, Michoacán, Morelos, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sinaloa y Veracruz.

Los nombres de estos -dijo- se darán a conocer la próxima semana en un encuentro en el que firmaran públicamente el código de Ética de AHORA.

Carta de Álvarez Icaza:

Ciudad de México, a 8 de octubre de 2017.

A mi familia y amigxs;

A mis compañerxs de la Iniciativa Ahora,

A lxs avales de Ahora, compañerxs de sueños y batallas,

A las organizaciones hermanas,

A la opinión pública:

Estos meses han sido de un intenso caminar, de un maravilloso aprendizaje y de un gran esfuerzo colectivo. A la luz de los acontecimientos, quiero compartir mi visión y sentir, dar cuenta de las razones y motivaciones de mis decisiones. Responder públicamente a quienes han depositado su confianza en mí.

Hace poco más de siete meses me presenté en la Plaza de las Tres culturas en Tlatelolco, junto con cientos de hombres y mujeres libres para levantar la voz contra el autoritarismo y por la libertad, como lo hizo la generación del 68. Salimos a presentar la iniciativa ciudadana, colectiva e independiente Ahora.

Salimos para alzar la voz contra las cosas que todos los días nos ofenden e indignan. Pero, sobre todo, salimos a dar la cara por la dignidad, por todo aquello que nos hace sentir orgullosos de ser mexicanos, nuestra gente, nuestra cultura, nuestro querido México. Salimos para dar la batalla justo para recuperar lo que le corresponde a la gente: su país, su presente, su futuro. Salimos para contribuir a construir la alegría y la solidaridad, para pasar de la indignación a la organización.

Siete meses han pasado y hoy cerca de 95 mil personas avalaron esta plataforma colectiva. Estamos ya en toda la República mexicana y en 22 países alrededor del mundo, donde connacionales se han sumado. Contamos ya, con decenas de comités promotores.

En estos pocos meses nos hemos convertido en un referente. Hemos aportado a la discusión nacional y contribuido con investigaciones y acciones políticas como #ElCiclo, #ElSecuestro o #NoAlFiscalCarnal a nivel federal y muchas otras a nivel local. Literalmente, millones de personas han visto y compartido las denuncias que han puesto en evidencia la restauración autoritaria que vive el país.

Hoy es una realidad aquello que concebimos como plataforma de múltiples candidaturas en cerca de 15 entidades del país. Nuestra organización pondrá en juego, en principio, 50 candidaturas y creemos que podemos tener muchas más aún, que se confirmarán en las próximas semanas. Hoy hemos construido una fortaleza organizativa y presencia territorial que nos permiten ser competitivos en diversos lugares del país.

Todo esto lo hemos hecho con el recurso más importante que puede tener cualquier organización, la gente y su confianza. Lo logramos con dedicación, capacidad, compromiso y mucho amor a México. Hemos caminado por todo el país buscando otra forma de hacer política, prácticamente sin más recurso que un discurso independiente y autónomo que habla con libertad y verdad.

Hoy tenemos organización, propuesta, presencia nacional y local, entre muchos logros y certezas. Lo que se ha hecho en tan poco tiempo y con tan pocos recursos, nos hace pensar con optimismo que hay ¡Ahora para adelante! Tenemos ya horizonte más allá del 2018.

Simultáneamente, pero en otro orden de ideas, veo con gran preocupación como en estos meses el escenario nacional se ha descompuesto de manera alarmante.

Lo sucedido el pasado 4 de junio es el signo de un quiebre profundo en nuestra democracia. Las escandalosas y ofensivas elecciones de Estado que se vivieron en Coahuila y el Estado de México no son sólo un muy grave quebranto al pacto democrático, sino que también fueron el laboratorio y muestra de lo que quiere hacer el gobierno federal, su partido y aliados para el 2018.

Quedó en evidencia que no están dispuestos a cumplir la ley ni las reglas; que su comportamiento no es distinto al de la delincuencia organizada; sin rubor ni pudor pretenden mandar el mensaje de que no quieren soltar el poder aun en contra de los principios básicos de la convivencia pacífica, civilizada y democrática; que usaron todos los recursos públicos, los aparatos, medios legales e ilegales a su alcance con el fin de mantenerse en el poder. Pensaron y piensan que cualquier costo era menor que perder. Se equivocaron y se equivocan gravemente.

De la misma forma quedó claro el secuestro de las autoridades electorales, su complicidad, incompetencia y/o falta de voluntad para detener estos atropellos, abusos y violaciones reiteradas a la ley. Unas autoridades que, refugiadas en legalismos, omisiones, sumisiones y falacias han renunciado a sus competencias, por las que tanto luchamos, traicionando los principios de la autonomía e independencia que han sido el motor y eje de la transformación democrática del país por décadas.

También observo alarmado, como el cinismo, la complicidad e impunidad son los ejes rectores de la acción gubernamental. Dan cuenta de ello los más recientes casos de escandalosa y ofensiva corrupción: el socavón del Paso Express en Cuernavaca; las corruptelas de la empresa OHL y los gobiernos priístas (que parecen no tener fin); “La estafa maestra” con el desvío y malversación de multimillonarios fondos públicos; el espionaje a periodistas, sus familiares, defensores de derechos humanos e integrantes de la oposición con recursos públicos como lo hacen los gobiernos más autoritarios del planeta.

Me indignan y ofenden los casos de corrupción, negligencia e ineptitud de múltiples funcionarios directamente vinculados y cercanos al presidente Enrique Peña Nieto, como Gerardo Ruiz Esparza, Emilio Lozoya, Raúl Cervantes, Luis Videgaray y una larga lista de exgobernadores que cometieron y cometen escandalosos actos de corrupción, protegidos por un pacto de impunidad que garantiza el funcionamiento de un perverso aparato de desvío de recursos.

Todo esto, sin ahondar en la dramática crisis de violaciones a los derechos humanos que se vive en México. En este contexto, 2017 será el año más sangriento de décadas.

En este escenario de profunda ilegitimidad y obsesión por mantenerse en el poder, observo una estrategia para fragmentar y dividir el voto, como hicieron en el Estado de México. La promoción de candidaturas como las de Armando Ríos Piter, Jaime Rodríguez y Margarita Zavala, por mencionar algunas, ha sido orquestada desde Los Pinos en busca de beneficiar al PRI. Estas candidaturas son piezas clave, consciente o inconscientemente, del “Modelo Atlacomulco” -rompe o corrompe- como lógica de acción política para favorecer a Peña Nieto, su partido y aliados.

Estas candidaturas, lejos de contribuir a la construcción de confianza, representan los más viejos estilos de hacer política, con intereses personalísimos por delante; con largas trayectorias en los partidos políticos cuya cultura y práctica no cambia por el hecho de que se digan “independientes”. Ofrecen hacer lo que no hicieron ni hacen desde el poder. Basta revisar su historia y trayectoria para saber quiénes son.

Ante estos escenarios y después de una larga reflexión colectiva, mucho más allá de mi persona, en un ejercicio de búsqueda de congruencia, informo que he decidido no ser funcional a los intereses ni estrategias del PRI y por eso no seré un candidato independiente más. La preocupación por el país y la lucha por la democracia están por encima de cualquier interés personal por más legítimo que sea. Hacer política de otra manera supone actuar en congruencia primero con el país, después con nuestra organización y después, mucho después, con cualquier pretensión personal.

Que quede muy claro, voy a dar la batalla contra el PRI y sus aliados, contra lo que representan: corrupción, impunidad, engaño, abuso, mentira, privilegios para unos cuántos y violación sistemática al Estado Democrático de Derecho y los derechos humanos.

Quiero comunicarles que me dedicaré a construir las fuerzas que enfrenten la regresión autoritaria que padece México en sus múltiples formas. Voy a luchar contra la elección de Estado y el secuestro de las autoridades electorales. México vive una emergencia nacional que exige unir a las y los demócratas del país frente a una maquinaria de dinero e impunidad que quiere cancelar la construcción de nuestra democracia.

Hoy lo que toca es enfrentar la fragmentación que se pretende hacer mediante un conjunto de candidaturas distintas a la Presidencia de la República que, en realidad representan lo mismo y que provienen del pacto de impunidad que gobierna México.

Voy a trabajar por tener representantes con autoridad moral y confianza de la gente, a los que no se insulte cuando salgan a la calle y menos en un desastre, como acabamos de ver en los sismos en distintos lugares de la República.

Trabajaré por tener representantes que, en lugar de gastar miles de millones de pesos en publicidad, autopromoción y pretensión de construcción de gobernabilidad y legitimidad con anuncios, dediquen los recursos públicos en lo verdaderamente importante, la gente y sus condiciones de desarrollo y bienestar.

Voy por la reconstrucción democrática y sostenible del país, tanto de la emergencia provocada por los desastres naturales, como de la generada por la corrupción, la impunidad y un modelo depredador.

Una de mis prioridades será seguir construyendo la Iniciativa Ahora, apoyando a las y los candidatos en lo local. Voy a seguir férreamente en la lucha por la democratización de México allá donde Ahora dé la batalla.

No tengo palabras suficientes para agradecer las múltiples e incontables expresiones de cariño y apoyo de mis colegas de Ahora, de quienes me recibieron en sus hogares. A quienes organizaron todo tipo de actividades, conferencias, recabaron apoyos y avales, trabajaron horas sin fin, a todas y todos ellos gracias y tengan la certeza de que tenemos ¡Ahora para adelante!

A quienes avalaron Ahora, les doy las gracias por su confianza y por dejar en claro que creen y quieren un México ciudadano. Tengan la certeza que hoy tenemos organización para hacer realidad esta aspiración compartida.

Les pido, les invito, les convoco a seguir luchando, a que renueven sus fuerzas, vienen muchas batallas más, las decisivas, las fundamentales. No es tiempo de flaquezas. Estamos obligados a subordinar nuestros intereses y sueños particulares a algo más grande que nosotros. Lo repito, primero el país, luego la organización y luego cualquier candidatura.

Es momento de tomar altura, de visión de Estado, de sentido de proceso y de ver dónde y cómo somos mejores para cumplir los objetivos que nos propusimos.

Estamos haciendo historia y esto apenas empieza. Hay muchas páginas de dignidad y libertad por escribirse y seremos autores y protagonistas de ellas. Con decisión y convicción vamos a seguir adelante.

Este es un momento histórico para definir de qué lado estamos, si con la democracia y la justicia o con el autoritarismo y la regresión.

Llamo a un dialogo nacional a todas las fuerzas políticas y sociales que están por la transición democrática y contra la regresión, a que generemos una agenda, un programa y proyecto de país que nos oriente hacia el futuro.

Estoy en la mejor disposición de retomar los ejercicios ya realizados por distintas iniciativas, tales como “Por México Hoy” u otros. Pienso que existen grandes coincidencias y una visión compartida y, que mediante acuerdos y diálogo podemos lograr los consensos necesarios para levantar y transformar al país.

Vamos a sacar definitivamente al PRI de Los Pinos.

Para las batallas por recuperar a México, anoten mi nombre. Hoy la lucha toma otra forma, una que exige actuar con generosidad y que sea capaz de transformar nuestro dolor y nuestra indignación en mejores condiciones de vida para el pueblo.

Fraternalmente.

Emilio Álvarez Icaza Longoria

ARELI VILLALOBOS

Notas relacionadas

Botón volver arriba