Pocos saben el papel que juega la Ingeniería Hidráulica Sanitaria en el desarrollo de una obra, damos cuenta de su importancia cuando se genera un evento natural a causa de las lluvias como el suscitado en el socavón de la autopista CDMX- Cuernavaca.
Qué decir de los 49 edificios colapsados y de cientos inservibles a causa de los sismos y el terremoto del 19 de septiembre en la CDMX, sin olvidar lo de Oaxaca, Chiapas y Morelos, las tragedias humanas por pérdidas de vidas y de bienes.
Aquí en corto en Nuevo Laredo, la deficiente obra del laguito, que imprudentemente se colocó un puente de madera que a la postre se perdió por la fuerza del agua, pero lo más impactante es quien carajos autorizó que se construyese la unidad habitacional del ISSSTE, Benito Juárez y todas las que corren a la vera del arroyo el Coyote.
Porque para construir se requiere de un permiso de uso de suelo, que estudia mantos freáticos, histórico de afluentes pluviales y del comportamiento de los cuerpos de agua, independientemente del tipo de material del suelo, lo que le dan viabilidad para un asentamiento.
Ahí entra la importancia de la Ingeniería Hidráulica Sanitaria que supervisa que todo esto se cumpla y se aplique el reglamento nacional de obra pública, que las especificaciones de las obras se hagan con lo proyectado y autorizado en el expediente técnico de tal manera que se garantice a la ciudadanía de una obra de calidad que no ponga en riesgo al ciudadano.
Sin embargo la víbora de mil cabezas, la corrupción, los moches de los contratistas a los funcionarios que las otorgan o las organizaciones de constructores, de Directores Responsables de Obra (DRO o peritos) lo impide.
Son pérdidas millonarias que año tras año tiene que pagar y seguirán pagando esa pobre gente que confió que si la ciudad autorizó, es porque estaba todo en regla. Pero el reflujo del Rio Bravo seguirá regresando el agua al arroyo el Coyote con las consabidas perdidas de su patrimonio, dañando casas, muebles y cegando vidas.
La pregunta es; ¡bajo la presidencia de que personaje se autorizó este desarrollo habitacional sobre lecho de río? El famoso arroyo es un río entubado. Hay que llamar a cuentas a los involucrados, esos daños deben resarcirse, los colonos deben reubicarse, es un fraude, hay responsables por acción y omisión, hayan recibido dinero o no por hacerse de la vista gorda.
Actualmente hay una pugna sorda entre desarrolladores inmobiliarios de la ciudad y Coepris, los primeros no quieren pagar el derecho o permiso de construcción, aduciendo que son demasiados impuestos que la ciudadanía no aguanta.
El meollo del asunto es que quieren seguir construyendo sin que les supervise, el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca no ha cedido ni un ápice, precisamente porque desea que las obras se hagan conforme a las normas oficiales mexicanas.
Las NOM si se aplican protegen al ciudadano contra riesgos sanitarios y de vicios ocultos de obra, por materiales deficientes o no especificados, que ponen en peligro la vida de las personas, tan son efectivas que los edificios como torre de PEMEX, Torre Latinoamericana y muchos construidos con la normatividad implementada después del terremoto del 85 no dejan mentir, siguen firmes.
El gobernador de la CDMX ya destapó la cloaca, va por todos los involucrados en los edificios construidos fuera de norma que colapsaron o quedaron inservibles, esos pillos que autorizaron, dueños y constructoras, tendrán su castigo, Nuevo Laredo y Tamaulipas no deberán esperar mucho
LUIS ARMANDO VARGAS TORRES
