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YA ES TIEMPO DE GOBERNAR…

Tiempo de gobernar.
Por Oscar Díaz Salazar

Se hace campaña en verso, pero se gobierna en prosa.

Hay políticos que son perfectos para el trabajo de campaña, pero muy malos para las tareas de gobierno. En Tamaulipas tenemos uno instalado en palacio de gobierno y en «Casa de gobierno». Entiéndase como «Casa de gobierno» el complejo de residencia, oficinas y salones donde pernocta y despacha el gobernador del estado.

El jefe del poder ejecutivo de Tamaulipas, fue un magnífico candidato. Buena estampa, voz convincente, mercadólogo nato y profesional de la materia; con la habilidad para ajustar su discurso al auditorio en turno, con talento para lograr empatía con la gente, con amplia experiencia en la organización, diseño y conducción de campañas, tanto en las que fue candidato, como en las que participaron sus pupilos… Por cierto, es muy malo para «procesar» las candidaturas en su equipo, pues siempre termina con fracturas con los precandidatos más sólidos.

Cabeza de Vaca es bueno para hacer campañas. Su record nos dice que es un ganador. Ha salido avante en una contienda para Diputado Federal, una para la Presidencia Municipal, una para Diputado Local – por el principio de representación proporcional -, una para Senador de la República y, por último, la que lo convirtió en Gobernador del Estado. La lección de la derrota le llegó temprano y por única vez, -hasta la fecha-, en la primera ocasión que intentó ser Presidente Municipal de Reynosa.

Pero ser buen candidato, y ser un ganador, no necesariamente te hace un buen diputado, senador, presidente o gobernador. Es fácil esconder la pobreza de conceptos e ideas, en un trabajo que se realiza en un colectivo. Revisando la trayectoria de Cabeza de Vaca en sus actividades legislativas, podemos afirmar que su trabajo fue de mediocre a malo. Los diez años que pasó en las Cámaras, las pasó con más pena que gloria, dedicado a la grilla partidista, preparando el salto a los cargos ejecutivos, donde hay recursos, obra pública, contratos de servicios y suministros etc.

A diez meses de ejercer el cargo de Gobernador, Cabeza de Vaca sigue en campaña, pero no gobierna, que es la tarea que le encomendaron con ilusión los tamaulipecos. Ayer estuvo en la colonia Jarachina Sur de Reynosa, acompañando a la brigada de la Secretaría de Bienestar Social que está conformando el padrón de familias a las que en algún día -hoy todavía no- se les dará beneficio o dádiva.

No hay indicador en materia de seguridad, salud, educación, obra pública, o práctica gubernamental, que indique mejoría, beneficio o cambio para bien de los tamaulipecos, derivado de las desiciones o acciones implementadas por el gobernador Cabeza de Vaca.

Alguien, de sus cientos o miles de colaboradores, debería avisarle que ya ganó, que ya es gobernador, que ya concluyó la campaña.

La paciencia se agota, la esperanza se diluye, los pretextos se acaban, la realidad y las circunstancias los exhiben como incapaces…

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