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SESION DE CABILDO PRIVADA

Sesión de Cabildo privada
Por Oscar Díaz Salazar

A pocos meses de haber iniciado el período en el que fue presidente de Reynosa José Elias Leal, expidió convocatoria para una sesión de cabildo que se celebraría en privado.

La reunión del cuerpo colegiado que gobernó en el trienio que antecede al período de gestión del actual Ayuntamiento, se celebró muy temprano, en la sede del Archivo Histórico Municipal, recinto alterno al oficial, que era objeto de una remodelación.

La tarde anterior a esta sesión atípica, (por efectuarse en privado) el Secretario del Ayuntamiento explicó, a regidores y síndicos, que el tema a tratarse el día posterior, en la sesión (privada) de Cabildo, era la autorización al presidente municipal para que gestionara un adelanto a las transferencias que el gobierno del estado le hacía al municipio, de la bolsa de un fondo determinado, que hoy escapa a mi memoria.

El gobierno municipal requería efectivo en volumen importante a fin de terminar la relación laboral con los integrantes de la plantilla de trabajadores adscritos a la policía de vialidad o elementos de tránsito.

La sospecha de que la corporación de vialidad estaba «contaminada» por la delincuencia, fue el argumento para que desde el gobierno estatal se girara (al presidente) la sugerencia – instrucción de desaparecer la policía vial.

Los «malos» intentaron impedir una acción similar en el municipio de San Fernando, y con el pretexto de la defensa de derechos laborales, lograron obtener un amparo y obstaculizar la extinción de la policía vial. Con estos antecedentes, las autoridades de Reynosa optaron por actuar en sigilo, y hacer acopio del recurso monetario a fin de acabar de tajo con esa policía… Que por cierto ya fue creada nuevamente, pero esa es otra historia.

En resumen les platico que esa primer sesión privada del Cabildo de Reynosa, estuvo plenamente justificada, así como las dos o tres que se hicieron en el resto del trienio, en las que se desahogaron las licencias que solicitaron regidores y síndicos para ausentarse del cargo, en estricto cumplimiento del Código Municipal para el Estado de Tamaulipas y el Reglamento Interior del Ayuntamiento de Reynosa, Tamaulipas.

Les comparto esta historia para decirles que las sesiones de cabildo deben ser públicas, como lo señala la regla, y solo por excepción deben ser privadas, cuando lo amerite la situación y así lo determine, caso por caso, el propio Ayuntamiento en una sesión anterior a la que se efectúe en privado.

Esto lo debe de entender y acatar el Ayuntamiento de Río Bravo Tamaulipas, en donde la dupla integrada por el presidente Juan DIego Guajardo, (el Guajardo chico, el malo, el diminuto) y Alfonso Sierra, el «Policía» que despacha como Secretario del Ayuntamiento, han decidido por sus pistolas, y con la complicidad de regidores y síndicos, infringir la ley y sesionar en privado, en lo oscurito, sin testigos, a escondidas del pueblo de Rio Bravo.

La reincidencia y necedad del Guajardo malo, se tendrá que subsanar con la intervención del Congreso del Estado. La Diputada por Río Bravo, mi amiga Copitzi Hernández lo debe saber, puesto que ya fue regidora.

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