APRENDER A MORIR
Los demasiados descuidos
Brotan ejemplos cotidianos junto con las funestas consecuencias de tamaños lastres, desde legiones de ciudadanos desaparecidos hasta socavones advertidos, pasando por la pésima señalización y estado de vialidades, segundos pisos y carreteras. Esta falta de respeto por la palabra limita el pensamiento, la personalidad y la acción en nuestra alegre clase política. Los optimistas se consuelan diciendo que lo mismo sucede en el resto del mundo, o sea: Mal globalizado, consuelo de tontos
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Con motivo del Día Mundial de la Población, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, señaló, por fin, el descuido de los gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calderón en las políticas públicas relacionadas con la planificación familiar y la salud sexual y reproductiva.
Es decir, 12 largos años en los que dos mandatarios de derecha impusieron sus personales creencias religiosas y criterios morales, lo que derivó en alta incidencia de embarazos entre la población joven del país. De acuerdo: ¿y los reiterados descuidos a cargo de gobiernos federales antes y después de la bochornosa transición democrática?
Descuidos gravísimos como la negligencia o abierta complicidad de varias secretarías (Gobernación, Educación y Salud) y legisladores de pacotilla con la basura emitida por televisión y radio (violencia, superficialidad, vulgaridad, precocidad artificial, la droga como moda, lenguaje e ideología), como eficaces saboteadores de los fallidos intentos familiares y escolares por transmitir valores
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A partir de los otros valores que transmiten a diario los medios electrónicos, la deformada juventud maneja la sexualidad también como forma de apropiación del otro: si me quiere, accede; si me embarazo, lo retengo; si me niego, me deja, etcétera. Irresponsabilidad de la derecha, desde luego, pero además del centro y de la izquierda, sordos todos ante la suerte de nuestros jóvenes, mediáticamente abusados y manipulados.