Destinar entre 8 y 10 millones de pesos al rubro de desastres naturales es sin duda insuficiente, prueba de ello es que solamente con la cantidad de semáforos, luminarias, señales pequeñas, medianas y grandes, que fueron dañadas, se gastará todo ese fondo sin siquiera ayudar a los ciudadanos damnificados.
De entre los estragos que han afectado a todos los ciudadanos por igual, están los alimentos que se echaron a perder tanto en negocios como en hogares, ante la ausencia de electricidad para mantener ciertos productos refrigerados, lo que ha llevado a muchos a hacer filas en los restaurantes disponibles.
A pesar de que muchas tiendas de todo tipo y dimensiones ya están operando con relativa normalidad, en la mayoría de éstos no se están aceptando tarjetas de crédito o débito, por lo que la disposición de efectivo se ha hecho más crucial que nunca y por lo tanto más difícil de concretar ante la alta demanda y poca disponibilidad.
Cualquier otro gobernador, en cualquier momento hubiera dejado todo para ir específicamente a las áreas afectadas por un desastre natural o en el peor de los casos enviar a una numerosa comitiva, además de habilitar una jugosa partida para atención a contingencias, pero este no es el caso de García Cabeza de Vaca, quien se autoproclama aún como gobernador en funciones, pero no actúa como tal, pues en sus redes sociales se ha dedicado a compartir posturas sobre su proceso de desafuero, orden de aprehensión y congelamiento de cuentas bancarias, pero de Nuevo Laredo ni una mención y de su gobierno “ni un mejoralito”.
Obviamente García Cabeza de Vaca al no tener estatus de gobernador, por el tema del desafuero, no es alguien de quien se espere algo, incluso cuando aún tenía el cargo se perfiló como alguien que no tomaba en cuenta a Nuevo Laredo, más que para saquearlo, pero al menos alguien del gobierno estatal debería estar al pendiente de la ciudad en el tema de la contingencia, pero no de dientes para afuera, sino con verdaderos recursos.
Los muchachos y muchachas de 50 a 59 años pudieron acudir a vacunarse ayer a pesar de la caótica semana que nos tocó experimentar a todos los neolaredenses, aunque la respuesta fue buena, se espera que en los siguientes días que se restablezcan los servicios y resuelvan parte de los daños causados en tantos domicilios que hoy sufren aún los estragos de la severa tormenta, para poder enfocarse en la otra contingencia, el Covid-19, que sigue ahí, aunque no lo parezca, razón por la que es necesaria la vacunación, para evitar un rebrote.
Confiarse no es bueno y prueba de ello está en los países que padecen de una nueva y más agresiva ola de contagios de coronavirus, por lo que los primeros y más cruciales pasos consisten en continuar con las medidas acostumbradas en cuanto al uso del cubrebocas, lavado constante de manos y vacunarse, cuando esté disponible para su grupo de edades.
