RESEÑA POLÍTICA
Por: Juan R. de la Sota
Una presidenta caprichosa y cuatro alcaldes productivos
Está por cumplirse un año que los tamaulipecos eligieron a sus alcaldes y la mayoría de estos han incumplido con su función, responsabilidad y promesas que le hicieron a los electores.
No han dedicado esfuerzo alguno a gestionar la solución de varios problemas y que fueron utilizados como bandera política durante su campaña electoral.
Entre ellos resaltan, los de inseguridad pública, la falta de inversión y generación de empleo, de apoyos al campo y a la salud, de beneficios educativos y la pobreza extrema y marginación que, desde hace muchos años impera en los municipios a su cargo.
Ha transcurrido casi el año de administración y es tiempo suficiente para planificar, hacer proyectos, establecer orden administrativo y contratar personal especializado para ejecutar acciones de beneficio social, pero tal parece que los presidentes municipales tomaron protesta hace unos días, porque a la fecha nada han hecho.
Me he opuesto a pensar que los alcaldes irresponsables no viven, radican y duermen en el municipio bajo su mando, pero lo que sí se ha considerado es que estos mandatarios son flojos, temerosos de ejercer el poder obtenido por mandato popular y que enfrentan problemas en su momería, toda vez que han olvidado el compromiso adquirido al momento que rindieron protesta y asumieron el cargo.
Si estos mandatarios enfrentan problemas económicos, deberán aplicar su sagacidad, astucia, capacidad y poder de persuasión para gestionar apoyos económicos adicionales a su presupuesto y no atenerse a que el Gobierno del Estado, les resuelva sus problemas financieros, como muchos alcaldes lo pretenden.
Mientras el Gobernador del Estado, Francisco García Cabeza de Vaca, ha puesto en marcha diversos programas para combatir la inseguridad pública y brindar una real protección a la ciudadanía.
Para hacer eficientes a las instituciones de procuración e impartición de justicia, para promover la instalación de empresas en Tamaulipas y generar empleos, para apoyar a las familias, a los niños, a los jóvenes y los adultos, entre otras acciones, los alcaldes se mantienen varados, escondidos, sin preocupaciones y sin atender las demandas de la población.
Si los alcaldes creen que los apoyos como la gasolina, asfalto, gravilla, tubería, pintura, señalamientos viales, programas agropecuarios, brigadas médicas y otros beneficios que ellos deben gestionar ante las autoridades estatales y federales, les llegarán solos o por arte de magia, están muy equivocados, por lo que si no se sacuden la flojera difícilmente podrán resolver los enormes rezagos que su municipio enfrente en los diferentes rubros.
Desde que tomaron las riendas municipales han mantenido su queja, en el sentido que anteriores autoridades no dejaron dinero en caja, que recibieron un municipio con muchas deudas y según ellos, una enorme plantilla laboral. Actuando de esta manera, no resolverán las demandas ciudadanas.
Con el presupuesto que reciben quieren atender las necesidades del municipio y están muy equivocados, pues tienen que gestionar apoyos ante otras instancias públicas para solucionarlas.
Pese a ser irresponsables e incumplidos, algunos han contemplado la posibilidad de reelegirse y quienes lo han externado públicamente han sido calificados de ilusos, pues los ciudadanos no volverán a dar su voto a políticos incumplidos, irresponsables y falsos.
Sin embargo, sólo cuatro alcaldes están bien aplicados en el cumplimiento de su función y responsabilidad, que han ganado popularidad y que la ciudadanía podría reelegirlos.
Ciudadanos reconocen el esfuerzo y el trabajo de los mandatarios de los municipios de Victoria, Óscar Almaraz Smer; de Nuevo Laredo, Enrique Rivas Cuellar; de Tampico, Magdalena Peraza Guerra y Matamoros, Jesús de la Garza, al cumplir con las demandas de la ciudadanía en materia de seguridad pública, generación de empleo, servicios de agua, luz, drenaje, pavimentación, construcción y conservación de espacios público, entre otras.
El resto le ha fallado y decepcionado a su pueblo, pues mantienen a sus municipios en gran rezago.
Un ejemplo, es la alcaldesa de Reynosa, Maki Ortiz Domínguez, quien ha dedicado espacio y tiempo para satisfacer caprichos personales y al conflicto con integrantes del Cabildo.
Esta dama ha incurrido en el incumplimiento de ley y si no quiere elevar el repudio ciudadano en su contra, deberá dedicarse a trabajar a favor de la sociedad, además tendrá que tomar muy en cuenta que a gritos y sombrerazos no se gobierna y si continua con su actitud prepotente, desordenada, altanera e intransigente y su firmeza de no respetar la ley, corre el riesgo de ir al fresco bote.
Lo cierto es que en estos momentos miles de ciudadanos están arrepentidos de haber votado a favor de Maki Ortiz y de otros alcaldes, y habrán de esperar el momento oportuno para vengarse de estos representantes populares.
El dato: No se debe permitir que intereses y caprichos de líderes sindicales promuevan la retirada de empresas que durante años han funcionado en el municipio de Victoria y que ofrecen cientos de fuentes de empleos, como sucede en la Delphi.
Por ello, las autoridades deberían intervenir para mediar en la solución de un conflicto que desde hace días impera en esa empresa y que han generado dirigentes sindicales que, solo buscan robarse las cuotas que los trabajadores aportan a organizaciones y dirigencias fantasmas.
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